El Martínez Otero registró una de las mejores entradas en partido liguero de los últimos años, con unos 600 espectadores
05 feb 2019 . Actualizado a las 05:00 h.Son partidos puntuales, de rivalidad o con equipos punteros en liza, pero que permiten intuir que quizás algo esté cambiando en la percepción de los aficionados. Quizás sea un cierto hartazgo por la cantidad de partidos televisados lo que haga que poco a poco la gente vuelva a los campos a ver a sus equipos, los de casa, los de toda la vida, en directo. También la rivalidad ayuda. Y que los conjuntos estén bien colocados en la clasificación y practiquen un fútbol vistoso. El caso es que el Club Deportivo Foz perdió el pasado domingo su envite frente al Viveiro. Entraba dentro de lo previsible, como que iba a haber una buena entrada. Pero las más de 500 personas que accedieron al estadio suponen una de las mejores que se recuerdan en los últimos años, según apunta el presidente del club, José María García Rivera.
«Eu penso que foi a mellor, nun partido de liga, nos últimos sete ou oito anos. Había moitos rapaces menores de 15 anos, que non pagan entrada, pero en calquera caso o campo presentaba unha imaxe boísima e a recadación vainos axudar moito a afrontar este tramo final do campionato», apuntó el presidente focense, quien también aludió a la gran banderola que donó la asociación de comerciantes para desplegar cada domingo animando al equipo.
Fue la otra victoria del Foz, porque en el campo fue el Viveiro quien se llevó los tres puntos. Lo hizo en un partido tenso, vibrante, con toda la épica que se puede atribuir a un derbi comarcal. El Viveiro llegaba en lo alto de la tabla, midiendo el buen momento del Foz, que plantó cara en todo momento y, de hecho, pudo llevarse los tres puntos. Por faltar, no faltó ni la tangana final, que Rivera enmarca dentro de lo anecdótico: «O que pasa no campo queda no campo».
«Foi un partido moi disputado, con momentos de tensión. O Viveiro ten un gran equipo e gañou, non temos nada que dicir, pero o Foz fixo un gran papel e puidemos ter mellor resultado», añadió Rivera.
En efecto, pese al 1-3 final, el Foz demostró que tiene mimbres para, de mantener este ritmo, conservar sin problemas un puesto en Preferente Galicia.
Y la afición, ahora también con una peña, está teniendo que ver en la dinámica del club focense. No es de extrañar que el Ribadeo registrase una de sus mejores entradas en la visita del Foz, cuando pareció que en el Pepe Barrera había más seguidores rojiblancos que del Ribadeo.
El domingo al Martínez Otero también acudieron muchos aficionados del Viveiro, que tuvo una de sus mejores entradas en Cantarrana en la reciente visita de líder As Pontes. El buen momento de ambos conjuntos, la relativa proximidad y el hecho de que el partido se jugase un domingo por la mañana quizás favoreció que se desplazase a Viveiro un buen número de coruñeses. Ese día en Cantarrana se contabilizaron, como el domingo en Foz, en torno a 600 espectadores. Fue, también, la mejor entrada que se recuerda en partido liguero en Viveiro en los últimos años.
Quizás sea anecdótico o, por el contrario, un síntoma de que algo comienza a cambiar en el fútbol aficionado.