Tapas, cañas y copas «tranquilas» sustituyen a las discotecas en A Mariña

Lucía Rey
lucía rey VIVEIRO / LA VOZ

A MARIÑA

CEDIDA

Solo la Rosa Lar de Ribadeo ofrece cada semana baile con orquesta, al que asiste público de entre 30 y 70 años

10 oct 2019 . Actualizado a las 19:22 h.

Con el fin de semana llega para muchos mariñanos la hora de saltarse la rutina saliendo de marcha y moviendo el esqueleto, pero las opciones de bailar en la comarca escasean, sobre todo para las generaciones más jóvenes. Según confirman distintos empresarios del sector consultados, en los últimos años, las discotecas y las salas de fiesta convencionales han sido sustituidas por locales donde tomar unas tapas, unas cañas y, cuando apetece y se tercia, unas copas «tranquilas». En esa línea, en poblaciones como Viveiro, Foz, Burela y Ribadeo hay pubs y negocios que pinchan música hasta la madrugada, aunque sus instalaciones no tienen nada que ver con las de las discotecas convencionales de antaño, como la Verxeles, la Seiramar o Las Sirenas, en Viveiro; El Recreo, en Lourenzá; la Xógara, en Foz; o la Katana, de Burela, entre otras muchas.

En medio de ese panorama, únicamente sigue abierta la discoteca Rosa Lar, de Ribadeo, que todos los sábados ofrece baile con orquesta a un público tan amplio como variado. «Sorpréndenos moito porque hai xente de 30 a 70 anos, e nun ambiente magnífico», destaca uno de sus propietarios Marcos Fernández. En la sala ribadense también se organizan conciertos -entre los más recientes está del grupo local Remakers-, dirigidos a otro tipo de públicos.

«A crise, o botellón, os controis de tráfico..., coa movida masiva acabaron moitos factores», Marcos Fernández, propietario da discoteca Rosa Lar, de Ribadeo

Un bo coñecedor dos anos de gloria da marcha nocturna na comarca é Marcos Fernández Quintana, socio da cafetería e discoteca Rosa Lar de Ribadeo desde hai unha década xunto con Manolo Rodríguez Yebra. Anteriormente dirixiu o pub La Noche e a discoteca Xógara, en Foz. «No centro de Ribadeo chegaron a estar abertos cerca de vinte locais de noite, e estaban todos cheos. Xuntábanse en torno a dúas mil persoas no centro. Viña xente ata de Meira e de Lugo, e de Luarca para acó caía todo en Ribadeo», recorda, e explica os motivos polos que, baixo o seu punto de vista, rematou aquela etapa. «A crise económica que houbo despois do bum inmobiliario foi crucial, pero tamén o botellón, os controis de tráfico e de alcoholemia, que fan que a xente non saia tanto, que haxa máis afeccións na xente..., coa movida masiva acabaron moitos factores», sostén. Fernández, que ten 38 anos, apunta que esa «movida masiva» se produciu entre os anos 1999 e 2010 aproximadamente. Hoxe, en cambio, o local que dirixe segue sendo unha referencia. «Todas as fins de semana temos entre 600 e 700 persoas que non fallan», resalta. A maioría acoden o sábado pola noite, para escoitar e bailar coas mellores orquestras de Galicia -para onte estaba prevista a actuación de Los Satélites-, pero tamén hai outras opcións.

Electrónicas e «remember»

«Na planta de arriba de Rosa Lar, que ten un aforo de 400 persoas, acollemos festas diferentes; moitas delas que nos propón o público, como electrónicas, remember... Son festas privadas que están funcionando moi ben. Son eles os que che propoñen ideas en lugar de facelo ti», apunta o empresario mariñán.

En Cangas de Foz dejó de haber baile porque el centro social carece de licencia para fiestas

La Poceiro, la Trébol, la Compostela, la Versalles, la Panamá, Los Españoles..., el centro cívico de Cangas de Foz fue durante muchos años un referente en los fines de semana mariñanos puesto que cada sábado era escenario de una fiesta amenizada por alguna de las grandes orquestas de Galicia. Sin embargo, hace cerca de un año que el local dejó que acoger estas sesiones, a las que se desplazaba gente de toda la comarca.

Según indicaron ayer desde Espectáculos Vázquez, que se encargó de programar las citas durante los últimos cuatro años, las celebraciones acabaron en abril del 2018 a raíz de una denuncia vecinal, y no por falta de éxito. Al parecer, el centro cívico focense carece de licencia para acoger fiestas de esta naturaleza, aunque sí puede albergar, en cambio, otras actividades culturales en las que haya música, por ejemplo, de grupos folklóricos. Otro lugar que también fue escenario de numerosas verbenas fue el pabellón municipal de Xove, que durante un tiempo también organizó actuaciones de orquestas los fines de semana. Más tarde, la cita musical se trasladó al centro social de Palmeiro, pero hace tiempo que también dejaron de organizarse, según indicó ayer el alcalde, Demetrio Salgueiro.

Senderismo y excursiones

Según señala Marcos Fernández, en el cierre de muchos locales nocturnos también influye el hecho de que en la década anterior, para desconectar el fin de semana, «a xente saía a tope». Ahora, en cambio, las opciones son variadas: desde el running y el pádel, pasando por el senderismo o las excursiones de fin de semana. «Antes había catro rapaces que xogaban ao fútbol e catro a outro deporte, pero agora moita xente fai outras cousas, e se non hai xente, os locais pechan», explica.

En el pabellón de Xove actuaron orquestas los sábados por la noche varios años