Veintiséis años para tirar los catorce galpones que tapan la ría en Viveiro

s. serantes VIVEIRO/ LA VOZ

A MARIÑA

XAIME RAMALLAL

Portos anuncia ahora que los cuatro últimos prevé derribarlos antes de las elecciones

11 ene 2019 . Actualizado a las 12:19 h.

Lo que ahora se conoce como muelle viejo fue durante más de medio siglo el puerto de Viveiro. En pleno centro histórico, al lado del puente de A Misericordia y de la Puerta de Carlos V, comenzó a construirse en 1926 y se estrenó en 1929, explica Carlos Nuevo, cronista oficial. Movía sobre todo madera y pesca. Coincidiendo con su apogeo, en los años cuarenta del siglo XX se construyeron almacenes. A principios de los ochenta apenas tenía actividad. En 1993 el alcalde de la época propuso eliminar las naves que tapaban la ría. Cuando el muelle cumple noventa años, Portos de Galicia vuelve a poner fecha para derribar los cuatro galpones que siguen en pie. Según sus previsiones, antes de las elecciones de mayo podría ser realidad un proyecto que comenzó a gestarse hace veintiséis años.

Cuando acaben las obras, culminará la demolición de catorce almacenes iniciada a finales del 2005 en el muelle viejo. Se extienden por unos 2.200 metros cuadrados, al borde de la ría. Viveiro ganará unas cien plazas de aparcamiento más, que se sumarán a las alrededor de trescientas que fueron creándose a medida que se derribaban galpones.

Fuentes de Portos de Galicia apuntan que a partir del 19, en cuanto entre en vigor el presupuesto de la Xunta de este año, contratará la demolición de los naves «dándolle prioridade». Ha encomendado los trabajos a la empresa pública Tragsa. Prevé empezarlos en el primer cuatrimestre del año. Durarán un máximo de dos meses y costarán de unos 120.000 euros. Aparte de la eliminación de los galpones, incluyen la preparación de la explanada como estacionamiento.

Concluirá la apertura al mar de una céntrica zona del casco viejo de Viveiro. No de toda, porque ahí seguirá en pie la antigua casa del guardamuelles, , abandonada desde hace años. Un inmueble de piedra ubicado al lado del puente de A Misericordia y de la Puerta de Carlos V, que se deteriora por el desuso y por la falta de mantenimiento.

Política y burocracia

Al ritmo de la política y de la burocracia ha ido recuperando Viveiro un preciado espacio público donde hasta principios del año pasado funcionó la última empresa activa el muelle urbano. Buena prueba del estado de los otros galpones es que uno no se derribó antes por el riesgo de que cayese el que tiene adosado.

Frente a la avenida Cervantes y al lado de la estación de autobuses se inició en el 2005 la retirada de los almacenes que tapaban la ría. Después de doce años de gestiones, Portos tiró entonces seis naves. Nueve años pasaron hasta que ese organismo de la Xunta escribió el segundo capítulo, demoliendo otras cuatro. Las cuatro últimas caerán un año después de que Portos reconociese que había recuperado la titularidad y ya podía disponer de él. Cinco meses atrás, el delegado de la Xunta en la provincia anunció el «inicio dos trámites administrativos para a contratación das obras de derrube». Ahora queda firmarlos, empezar las obras y rematarlas.