La cuarta parte del dinero de la pesca gallega en este siglo salió de A Mariña

s. serantes VIVEIRO / LA VOZ

A MARIÑA

CEDIDA

Con Burela y Celeiro, las rulas de la comarca juntas superan a Vigo y A Coruña

08 ene 2019 . Actualizado a las 18:57 h.

Había seis lonjas y quedan tres, aunque en O Vicedo aún siguen vendiendo algún marisco. La rula de San Cibrao desapareció hace siete años y en Foz dejaron de comercializar productos del mar el año pasado. Ahora Burela concentra la oferta más variada y la mayor cantidad de pescados y mariscos de la comarca. Celeiro es el otro pilar, aunque su mercado está más especializado. Y, entre esos dos gigantes, Ribadeo resiste. Burela y Celeiro juntas han consolidado a A Mariña como el principal mercado de la pesca fresca en Galicia. Ambas acreditan el poderío lucense porque de ellas ha salido la cuarta parte del dinero de la pesca gallega en este siglo. Juntas superan a las dos grandes de Galicia, Vigo y A Coruña.

Quedan 65 lonjas en Galicia, donde se subastan hasta 274 especies de pescados y mariscos. Desde el 2001 hasta la actualidad han distribuido más de 3.000 millones de kilos de productos del mar, por los que en primera venta se han pagado 7.555 millones de euros, según Pesca de Galicia. El 23 % de los kilos se comercializaron en A Mariña (702 millones), donde se generó el 25 % de la facturación (1.833 millones).

En lo que va de siglo, la comarca supera a Vigo, el gigante de la pesca gallega, donde la venta de 608 millones de kilos de pescados y mariscos ha reportado 1.800 millones de euros. Y también a A Coruña, que ha subastado 589 millones de kilos por valor de 1.354 millones de euros.

Nadie vende tanta merluza fresca como las lonjas lucenses

La clave del poderío pesquero de A Mariña en Galicia, España y Europa es la merluza fresca de Gran Sol. Aunque las descargas del emblema de los puertos de Celeiro y Burela han disminuido durante el 2017, juntas han subastado casi 18 millones de kilos de ese pescado (un 21 % menos que en el 2017), por un valor de 88,6 millones de euros (un 17 % menos que en el ejercicio anterior).

Hasta 39 euros por un kilo

Juntas, Burela y Celeiro han comercializado casi siete de cada diez merluzas frescas distribuidas en las 65 rulas gallegas. Económicamente, A Mariña ha movido el 71 % del dinero que ese pescado ha generado en Galicia.

Datos de la web pescadegalicia.com indican que Celeiro es la lonja de Galicia de la que sale más merluza. El año pasado subastó 9,8 millones de kilos, que en primera venta reportaron casi 43 millones de euros. El kilo se cotizó a una media de 4,37 euros, con un tope anual de casi 24.

Por volumen de comercialización, Burela es la segunda rula merlucera gallega: durante el 2017 distribuyó 7,9 millones de kilos por los que se pagaron 45,6 millones de euros. La cotización media supera a la de Celeiro, 5,75 euros el kilo, y también el precio máximo del año, 39 euros por kilo.

Burela es la tercera de Galicia por facturación y Celeiro, la cuarta

Aunque el año pasado desbancó a la lonja de A Coruña como segunda de Galicia por facturación, Burela ha vuelto a ser en el 2018 la tercera. Datos provisionales de la web pescadegalicia.com, basados en las informaciones remitidas por las rulas y por los puntos de venta, revelan que la rula de Armadores de Burela ha comercializado 19,8 millones de kilos de pesados y mariscos (casi 3 millones menos que en el 2017), por los que se pagaron 68,7 millones de euros (10,6 millones menos que el año anterior).

Puerto de Celeiro mantiene a su rula como el cuarto mercado gallego de productos del mar frescos: el año pasado subastó 14 millones de kilos (2,6 menos que en el 2017) por un valor de 49,2 millones de euros (6,7 menos que en el ejercicio anterior).

La lonja de A Coruña distribuyó el año pasado 40 millones de kilos pescados y mariscos (7,5 menos que en el 2017) y facturó 78,3 millones de euros (1,3 menos que el año anterior). Los mismos datos provisionales de Pesca de Galicia indican que también cayó la actividad en la rula de Vigo: vendió 32,1 millones de kilos (11,6 menos) por los que se pagaron 106 millones de euros (9,3 menos que durante el 2017).