En el Hospital de Burela fueron alumbrados 90 niños prematuros en los últimos cinco años
29 dic 2018 . Actualizado a las 05:00 h.«¡Da igual que sea niño o que sea niña, lo importante es que venga bien!» es una de las frases que más escucha y pronuncia una mujer cuando está embarazada. Y a obrar ese «pequeño gran milagro» de la vida contribuyen también los medios técnicos y humanos, como demuestran los datos del Hospital Público da Mariña, donde alrededor de cinco de cada cien bebés nacidos en sus instalaciones son prematuros, es decir, pesan poco más de 1.500 gramos y logran sobrevivir. Según datos facilitados por el gabinete de comunicación del Sergas, en los últimos cinco años en Burela vinieron al mundo noventa niños entre la semana 32 y la 37 de gestación, entre el séptimo y el octavo mes de embarazo. En detalle, en el 2014 nacieron 23, en el 2015, 26; 18 en el 2016; 13 en el 2017, y 10 en lo que va del 2018.
Al contrario de lo que ocurre en otros centros de Galicia, donde la cifra de prematuros crece año tras año, en el de Burela se mantiene estable, e incluso muestra una ligera tendencia a la baja, como destaca su jefe de Pediatría, Manuel Silveira. «Supongo que influye el hecho de que cada vez se controlan más los embarazos y de que la gente se cuida más. La impresión que tenemos es que aquí no han aumentado, incluso que han bajado algo, aunque de forma poco significativa porque andan en torno al 5%», señala, y destaca que no tiene nada que ver un prematuro tardío, nacido casi a término y con los órganos más maduros, con un gran prematuro.
«Que los padres hagan el piel con piel con el niño, le hablen o le den las tomas es muy importante para estimularlo»
El Hospital de Burela cuenta con una Unidad Neonatal nivel 2 con instalaciones, aparataje y personal de enfermería específico o presencia de un pediatra las 24 horas del día para atender a bebés nacidos antes de tiempo, como detalla el jefe del Servicio de Pediatría, Manuel Silveira (Anxeriz, A Coruña, 1956). El facultativo trabaja en el hospital mariñano desde su apertura, y ha escrito, entre otros, el manual 50 cosas que debes saber sobre un recién nacido, especialmente práctico para padres primerizos.
-¿Cuáles son los principales problemas de los prematuros?
-Necesitan muchos cuidados, y cuanto más prematuros sean más cuidados necesitan porque son más inmaduros. Tienen que estar en una incubadora porque suelen necesitar un control de temperatura, la alimentación a veces hay que dársela por sonda, y en ellos son más frecuentes problemas metabólicos como trastornos de la glucosa. Pero el mayor problema es el respiratorio, sobre todo en las primeras horas de vida, porque los pulmones suelen estar inmaduros y a veces necesitan apoyo, oxígeno.
-¿Qué papel juegan los padres?
-Hoy se sabe que el hecho de que hagan el piel con piel con el niño, le hablen o le den las tomas es muy importante para estimularlo.
«El de Burela es el único hospital comarcal que tiene una unidad neonatal para atender sin desplazar a estos bebés»
El HULA y el CHUAC atienden a los grandes prematuros, que nacen antes de las 32 semanas de gestación
El jefe de Pediatría del Hospital da Mariña aclara que los 90 bebés nacidos de forma prematuro en los últimos cinco años «no son todos los de la zona». «Porque hay -explica- grandes prematuros, es decir, con menos de 32 semanas de gestación, que si podemos los mandamos a nacer a un centro de referencia, a Lugo o a A Coruña, donde hay más prestaciones». En esa línea recalca que la mejor incubadora es el vientre, el útero materno. Si la madre es trasladable -apunta-, lo ideal es que dé a luz en el Hospital Universitario Lucus Augusti (HULA) o en el Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña (CHUAC) puesto que cuanto más prematuro es un bebé los factores de riesgo y las complicaciones sanitarias aumentan. Con todo, hoy en día las posibilidades de supervivencia de bebés que al nacer pesaron menos de un kilo son mucho mayores.