El vecino de Boimente que talló a mano las figuras ha recibido numerosas visitas
25 nov 2018 . Actualizado a las 21:29 h.Hasta el lugar de Cullereiro, en la parroquia viveirense de San Andrés de Boimente, se han acercado en los últimos días un buen número de personas para conocer a la familia que «vive» en un castiñeiro de 700 años. Se trata de dos figuras humanas, una mujer y un hombre, que fueron talladas en madera en el interior de una antiquísima cachopa por Manuel Míguez Abad. Natural de la parroquia de A Rigueira, en Xove, ferreiro y segador en sus años mozos, y mecánico en la Marina Mercante en la etapa adulta, este octogenario se reencontró con sus viejas aficiones después de jubilarse. «Antes non tiña tempo», indicó días atrás el hombre, que empleó cantidad de horas en esculpir a mano a la pareja que mora en el interior del viejo árbol, y que llama la atención de todos aquellos que tienen la oportunidad de verla, pese a estar situada en una finca privada. «Primeiro tiven que baleirar a cachopa e logo preparei as figuras», apuntó.
Un éxito en la Red
El reportaje publicado por La Voz en el que se dio a conocer esta curiosa historia fue seguido por miles de personas a través de la página web. Una de las lectoras internautas fue la hija de Manuel y de su mujer, Esther, que vive y trabaja en Gran Bretaña desde hace más de veinte años. «Ata no Reino Unido gusta o castiñeiro de 700 anos coa ‘familia’ dentro!», reconoce el hombre, que estos días ha recibido numerosas felicitaciones por su curiosa obra. En su finca, que en este momento tiene a la venta, colecciona numerosos objetos antiguos relacionados con el rural y ha construido decenas de curiosos artilugios, como veletas para el viento, un reloj de sol, aviones, esculturas... Todo con hierro y madera, y empleando la antigua fragua con la que sus antepasados trabajaron el metal.