La exposición permanente de la Semana Santa de Viveiro, un éxito de público
A MARIÑA
Hasta hace poco tiempo, Viveiro únicamente mostraba al público la riqueza patrimonial de su Semana Santa entre el Domingo de Ramos y el de Resurrección. Y eso siempre y cuando no lloviese y la meteorología permitiese salir las procesiones. Sin embargo, el tirón de la Semana Santa viveirense se proyecta cada vez más, como demuestra el éxito de público que está teniendo la exposición permanente que hay en los claustros de la iglesia de San Francisco. «Antes, os apóstolos [en referencia al paso de la Última Cena] víanse de ano en ano porque estaba todo gardado. Coa carpa empezouse a poder visitar a imaxinería un pouco máis, e agora estamos facendo un pequeno museo», explica José Luis Couceiro, Pipo. Hermano mayor de la Cofradía de la Piedad y vicepresidente de la Xunta de Cofradías, desde la pasada primavera todos los días dedica alrededor de una hora u hora y a media a enseñar a quienes desean verla la imaginería que se expone en los claustros del templo, donde se exhiben tallas como las de El beso de Judas, el de la Virgen de la Esperanza o Las negaciones de San Pedro. También la capilla de la cofradía que dirige, y donde se almacenan desde hace menos de una década con gran orden y esmero todos los trajes de los hachones y de los llevadores, los faroles, la vestimenta de los romanos o los diferentes estandartes y la cruz procesional. La media diaria de personas que se acercan ronda las 25. «Neste tempo atendín en persoa a 2.014 persoas. O día que máis houbo foron 225 que viñeron nunha excursión de cinco autobuses desde Santiago. E estou falando só da xente que atendo eu, porque Boris, o guía da oficina de turismo, tamén vén con xente, a hai excursións que traen os seus propios guías ou xente que vén pola súa conta. Temos que aproveitar este tirón», manifiesta Couceiro. A través de esta iniciativa, los visitantes ven el vídeo promocional de la Semana Santa que se presentó en Fitur. «Aos nenos que non están en contacto coa Semana Santa asústanos os hachóns, e a todos lles gustan os cascos de romanos», dice.