La riqueza que esconden las casi 170 hectáreas del monte vecinal de Burela

María Cuadrado Fernández
MARÍA CUADRADO BURELA / LA VOZ

A MARIÑA

PEPA LOSADA

Conscientes del potencial forestal, los comuneros exploran otros usos: eólico, turístico y de producción resinera

24 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El monte vecinal de Burela tiene un peso importante y un potencial mayor en un concello cuya superficie ronda los ocho kilómetros cuadrados. Alrededor de 170 hectáreas (167) dependen de la mancomunidad del monte vecinal O Castelo, cuya directiva actual lleva casi tres años realizando gestiones para regularizar trámites y conseguir más rendimiento del monte. Además de la explotación forestal, exploran nuevos usos y aprovechamientos.

Conscientes de la que la base es la gestión forestal, los comuneros, en colaboración con la Xunta, han realizado tareas de limpieza de fincas y de límites con viales para cumplir la normativa de prevención de incendios. También han realizado plantaciones. Con más de 2.000 plantas de diversas especies (castaño, roble, freixo, abedul o avellano) han repoblación zonas próximas a la capilla, al monumento y en la parte superior del campo de tiro. El Concello colaboró aportando maquinaria y la Xunta, donando las plantas. Quienes también arrimaron el hombro fueron escolares del CEIP Vista Alegre, que participaron en la plantación. Fue la Concellería de Medio Ambiente burelense la que fletó los buses para desplazar a los alumnos.

Otro de los aprovechamientos en estudio, aunque bastante avanzado, es la explotación resinera de las plantaciones de pinos. La idea es iniciarse en este campo con una parcela piloto donde se impartirían cursos y se formarían alumnos. Con personal especializado y analizada la viabilidad del proyecto, éste se extendería a la totalidad del monte de pinos, que ronda las 100 hectáreas, según confirman Ángel Rodríguez y Carlos Peinó, presidente y secretario de la comunidad. Para poner en marcha esta idea la comunidad estudia con la Xunta la posibilidad de abrir vías que facilitarían la extracción de la resina. Este proyecto se abordará con los comuneros en la próxima asamblea, en la que también se les informará que, según un estudio previo, la comunidad podría recibir por este concepto 1.375 euros al año por explotar una superficie de unas 5.000 plantas de pino.

Ruta de 16,25 kilómetros

Pasado el trámite asambleario, la comunidad buscará la colaboración de Xunta, Diputación o Concello para desarrollar el proyecto. En este asunto cuentan con el asesoramiento del experto Francisco José Domínguez.

Otra de las iniciativas en curso es la firma del convenio con el Ayuntamiento para crear una ruta de senderismo, que en una parte importante discurriría por el monte vecinal. Sería una ruta circular de 16,25 kilómetros que saldría desde el puerto, discurriría por A Marosa, paseo marítimo, subestación por Vilar, Monte Castelo, Areoura y puerto. De forma complementaria, estudian crear un área recreativa para esparcimiento de vecinos y visitantes en la zona, ya recuperada, que en su día ocupó un basurero.

Una de las gestiones en las que más tiempo ha empleado la directiva ha sido en el deslinde. Para ello han contado con el asesoramiento del técnico burelense del catastro, Felipe Fernández. «Está feito e falta a implantación en suelo coas modificacións derivadas dos erros catastrais e a situación real e física das parcelas privadas», indican.

Negocian instalar un parque eólico de máximo rendimiento

También exploran el potencial eólico de O Castelo. Con el proyecto aparcado de un parque eólico entre Burela y Cangas, la mancomunidad inició conversaciones con representantes de Iberdrola o Endesa, entre otras firmas. Estudian la instalación de un parque eólico de máximo rendimiento, con posibilidad de que todos los aerogeneradores se ubiquen en suelo burelense. «A partir de decembro estudiaranse as ofertas coa vista posta no ano 2019», explican desde la comunidad.

La biomasa es otro de sus activos. De momento la entregan a Ence, pero negocian con otras empresas otro aprovechamiento. También mantienen abiertas las negociaciones para construir un nuevo depósito de agua, preparado también para ser usado por los medios de extinción de incendios.