Burela recordó su despegue económico en los 60 en el aniversario del barco museo

María Cuadrado Fernández
maría cuadrado BURELA / LA VOZ

A MARIÑA

XAIME RAMALLAL

El Reina del Carmen reunió en su 50 cumpleaños a tripulaciones, guías y autoridades

23 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

«Larga vida al Reina del Carmen». Burela festejó ayer el 50 aniversario del bonitero que durante 30 años surcó los mares y que en las dos últimas décadas, reconvertido en barco museo flotante, ha recibido a miles de personas. El salón de actos de la cofradía congregó a más de veinte tripulantes que faenaron en el bonitero construido en el astillero focense de César Beltrán para los armadores Emilio González Niñe, José Rubiños García y José Rubiños López. Del montaje se ocupó Talleres Ruiz. El 27 de junio de 1968 se hizo por primera vez a la mar desde Burela, con catorce tripulantes. De aquellos, cinco están vivos y cuatro acudieron al entrañable acto de ayer: José, Xil, Serafín y Rinlo.

Tampoco quisieron perderlo los que desde 2006 ejercieron como guías del buque museo, que realizó su última singladura (Santander-Burela) el 27 de septiembre de 1998. Así lo recordó el exconcejal, extripulante y uno de los impulsores del barco museo, Narciso González, quien recordó que el Reina del Carmen es hoy testigo presencial de la década gloriosa de los años 60, cuando comenzó, de la mano de la pesca, el despegue económico y social del municipio: «No 1969 había 75 boniteiros en Burela». Rememoró múltiples anécdotas y destacó el virtuosismo de los dos primeros motoristas del barco, «que na súa primeira marea saeu sin mesa de comedor, sin cadro para a ferramenta...».

El edil de Turismo, Ramiro Fernández, ratificó que cada año las visitas van a más. Solo en lo que va de 2018 ya han recibido a más de 3.400. Agradeció todos los apoyos para que el barco sea un emblema del puesto de referencia en pesca que ostenta Burela.

Un homenaje a tripulaciones y a familias marineras

El homenaje al Reina del Carmen se hizo ayer extensivo a varias generaciones de armadores, de marineros, de familias al completo que hicieron posible el despegue económico local. Todos los que intervinieron destacaron el acierto de haber rescatado camino del desguace un barco que hoy divulga la cultura pesquera. Con la proyección ayer de más de un ciento de fotos antiguas se dio fe de que los burelenses llevan la pesca en su ADN. Allí estaban las tripulaciones del María Antigua Santa (1959), Río Burela (1964), Francisco de la Noval (1965), Niño Jesús (1972), Hermanos Lestao (1950), Reina del Carmen... Las imágenes recordaron la contrucción del puerto, la gran flota amarrada, cómo se cargaban los víveres...

El patrón mayor de la cofradía, Basilio Otero, considera que contribuir con esta divulgación es actualmente uno de los leitmotiv del pósito. Y el de Burela, aseguró, «é forte». No esquivó el problema de la falta de tripulaciones y recordó que el mismo salón de actos que ayer se vistió de gala para el homenaje será el que acogerá el 29 las elecciones unificadas al órgano rector del pósito.

El alcalde Alfredo Llano cree que el barco museo debe servir de motivación para que Burela siga siendo una referencia pesquera, recordó que de las cinco banderas azules de España otorgadas a embarcaciones solo la de Burela es a un barco museo y destacó la importancia de que a través del mismo se permita divulgar la pesca sostenible. Con casi 90 años, Gloria González, que ejerció como madrina del barco en su botadura, fue otra de las protagonistas. Recibió un ramo de flores y los aplausos del público. También los tripulantes fueron obsequiados. Antes de hacerse una foto de familia ante el barco, Concello y Xunta intercambiaron regalos. Pablo Fernández, jefe territorial de Mar, entregó al regidor un facsímil del libro Diccionario de Artes de Pesca de España y sus Posesiones. Asistieron al acto la directora xeral de Pesca, la subdelegada del Gobierno y otros cargos autonómicos y municipales, de Absa y también de Armón, empresa a la que se le agradeció su contribución altruista durante años en tareas de conservación del barco museo.