Se vendieron embutidos de León, cuchillos de Ourense y variedad de comida casera
19 ago 2018 . Actualizado a las 05:00 h.«Tivemos moito ambiente toda a tarde», comenta con emoción Rafa Blas, el presidente de Airiños do Xunco. La organización se encargó un año más, en colaboración con el Concello y con muchos vecinos, de dar vida a la tradición durante el día de ayer en Cervo. El Mercado Tradicional, con más de sesenta puestos, hizo las delicias de los paseantes. Y compraron, claro que compraron. Callos, dulces, empanadillas, bollos preñados, y, por supuesto, los chicharros lañados de Ramiro Chaves Piru y María del Mar Mon, fueron solo algunos de los productos que estaban a la venta en los expositores. Unos se animaron con los embutidos de León, otros con la variedad de cuchillos llegados de Ourense. Reinó el ambiente familiar, pero las pandillas de jóvenes también se animaron a acercarse a la antesala de la Queimada. El discurso de las «autoridades» (ficticias) al mediodía hizo resonar las carcajadas. Y es que ver al vecino disfrazado de alcalde tiene su aquel.
Al cierre de esta edición estaba a punto de comenzar la noche más especial de la localidad. Con dos mil litros de queimada por delante para servir, los actores de la representación intentaban dejar a un lado los nervios para dar lo mejor de si en la Praza do Souto. El teatro es el foco de todas las miradas y el esconxuro del Bruxo, el rey de la noche. Queda claro que después del largo sábado en Cervo el pueblo está libre de malos augurios y muy lleno de vida cultural.