Cristian Toro, campeón olímpico: «La ría de Viveiro tiene magia, es única»

I.MEITIÍN BUJÁN VIVEIRO / LA VOZ

A MARIÑA

PEPA LOSADA

Visitó a su familia en la ciudad del Landro en su día de asueto en la concentración del equipo nacional en Trasona (Asturias)

16 jul 2018 . Actualizado a las 20:01 h.

La terraza del hotel Urban, en Viveiro, estaba ayer a la una de la tarde tan concurrida como de costumbre. Sin embargo, fueron pocos los que reconocieron entre el bullicio a todo un campeón olímpico. Acompañado por sus padres, y camuflado entre las decenas de viveirenses y visitantes que mitigaban la resaca de Resurrection Fest tomando un aperitivo, se encontraba Cristian Toro (La Asunción, Venezuela, 1992), que aprovechó su día de descanso en la concentración de la selección nacional en Trasona (Asturias) para volver a la que considera su casa. Los éxitos no le han robado ni un ápice de la cordialidad que siempre ha derrochado. Una parte del tiempo de la visita exprés a la ciudad del Landro la dedicó a atender a La Voz.

-¿Cuánto tiempo llevaba sin venir a Viveiro?

-Unos cuatro meses. Y cada vez que vengo lo encuentro cambiado para mejor, con un restaurante nuevo, un negocio nuevo, una fachada rehabilitada... Cuando vengo de camino pienso; ‘a ver qué me encuentro...’ Me encanta estar en Viveiro, me reconforta y además aquí vive mi abuela y ahora también mis padres, y por eso vuelvo siempre que puedo.

-¿En qué emplea el tiempo cuando viene?

-Me gusta pasear por sus calles, tomarme algo en sus bares y comer lo churros con mi abuela.

-¿Tiene algún rincón favorito?

-Es que de Viveiro me gusta todo. Acostumbro a ir mucho a la zona de Covas porque era donde yo vivía y me transporta a mi niñez y a mis inicios en el piragüismo.

-Aquí dio sus primeras paladas.

-Así es, en esta ría. Guardo muy buenos recuerdos. Salía corriendo del entrenamiento de fútbol para ir al club de piragüismo y subirme a la piragua. Me encantaba la sensación de flotar y remar por una ría que tiene magia y que es única por la vida que hay alrededor.

-¿Algún día volverá a surcarla?

-Por supuesto. Siento que aquella etapa no ha acabado, considero que sigo en el mismo camino pero varios pasos por delante. Ahora que voy a ser padre me encantaría remar algún día aquí con mi hijo y poder transmitirle todo lo que yo he sentido.

-Vivió en Viveiro menos de 10 de años pero siempre se declara viveirense.

-Por supuesto. Nunca he perdido la conexión con Viveiro. Aquí conservo amigos, aquí ha vivido siempre mi abuela y ahora además le tengo un cariño todavía más especial porque mi pareja y la futura madre de mi hijo también vivió aquí.

-Vaya, qué casualidad.

-Sí, coincidencias de la vida. Ella es de Madrid, la conocí allí, pero resulta que estuvo viviendo en Viveiro cinco años. Concretamente en el edificio Omega, en Covas, muy cerca de mi casa. Los dos éramos niños y posiblemente nos cruzáramos más de una vez (risas)...

-¿Conservas muchos amigos en Viveiro?

-Bastantes. La pena es que todos hemos seguido caminos distintos y nos vemos menos de lo que quisiéramos. Algunos remaban conmigo, como Javi Fajardo, que ahora es director de orquesta y lo admiro.

-¿El Concello le debe un homenaje?

-Los homenajes son bonitos y estaría encantado de recibir uno en Viveiro, pero me basta con que sus vecinos reconozcan mi trabajo y se enorgullezcan con mis éxitos. No quiero que esto sea un tema de debate.

«Me hace ilusión ver a mariñanos como Adrián Ben o Xoel García apuntando tan alto»

Cristian Toro no pierde de vista a los jóvenes valores del deporte mariñano. Y habla ilusionado de la progesión que siguen el palista focense Xoel García y el corredor viveirense Adrián Ben.

-¿Sigue la actualidad del piragüismo mariñano?

-Bastante. A día de hoy, con las redes sociales, es fácil.

-Xoel García Neira. ¿Sabe de quién le hablo?

-Claro, el chico de Foz. He coincidido varias veces con él en Trasona. Tiene muy buena proyección y sigue en esta línea llegará muy lejos.

-Seguro que agradece un consejo de un campeón olímpico...

-Que huya de la presión y, sobre todo, de las comparaciones porque cada deportista escribe su propia carrera.

-Aunque no es de su gremio, seguro que también está al tanto de la proyección del atleta viveirense Adrián Ben. Igual hasta coinciden en Tokio 2020.

-Lo veo en Madrid cuando entreno en la Blume. Ojalá pudiéramos vernos en Tokio... Amo Viveiro, amo esta comarca y me hace mucha ilusión ver a jóvenes mariñanos como Adrián Ben o Xoel García apuntando tan alto.

-Dos oros en la Copa del Mundo y otros dos en el Europeo. Su trayectoria en el 2018 es de ensueño.

-Esta siendo un año muy bonito, perfecto. A ver si ahora en el próximo Mundial de Portugal podemos dar la última pincelada a esta obra de arte.

-No puedo terminar sin preguntarle por lo qué se siente en la cumbre del podio olímpico.

-Eso es inigualable. Lo más grande a lo que puede aspirar un deportista. Unos Juegos Olímpicos no se pueden equiparar con ningún otro acontecimiento deportivo. Conozco a periodistas que han cubierto Mundiales de fútbol y finales de la NBA que me decían que las Olimpiadas, sin duda ninguna, son el evento deportivo más grande. Y yo ahora puedo acreditarlo. Participar ya es sueño y ganarlo... uff!