Cuatro muertos en las carreteras asturianas en un viernes trágico

Jose Alonso / EFE

A MARIÑA

El coche en el que viajaban las víctimas quedó destrozado tras chocar contra un camión
El coche en el que viajaban las víctimas quedó destrozado tras chocar contra un camión

Dos asturianos y un gallego fallecen en un brutal choque con un camión en San Tirso y un motorista británico encuentra la muerte en otra colisión frontal en Tineo

16 jun 2018 . Actualizado a las 11:02 h.

Las carreteras asturianas vivieron ayer una jornada devastadora. Tres jóvenes, de 23, 31 y 35 años, fallecieron en un brutal accidente de tráfico registrado en la N-640, que une Ribadeo y Lugo capital por A Pontenova y Meira. Uno de ellos era vecino de A Pontenova y los otros dos asturianos, residentes en Vegadeo y Castropol. Por otra parte, un hombre de 40 años de nacionalidad británica encontraba la muerte hacia las 17,45 horas al colisionar la motocicleta que conducía contra un turismo en la carretera TI-6,en el concejo de Tineo.  El siniestro también se debió a un choque frontal, en este caso con un turismo.

Las víctimas del primero de los siniestros son un hombre de A Pontenova, Andrés Pardo, nacido hace 31 años en esa localidad y residente en el pueblo lucense de Vilar de Santiago, en Riotorto; Carlos Murias, de 23 años, vecino del municipio asturiano de Vegadeo, y Nicolás Carbonel, uruguayo de 35 años que había establecido su residencia en el pueblo de Piantón (Vegadeo). Dos de ellos fallecieron en el momento del impacto, y la tercera víctima, mientras los servicios médicos intentaban reanimarla. El accidente ocurrió poco antes de las cuatro de la tarde. Fue un conductor que se lo encontró de frente quien dio la voz de alarma. Los tres fallecidos regresaban después de comer al taller mecánico en el que trabajaban en San Tirso de Abres, municipio asturiano de 447 habitantes limítrofe con Galicia, cuando en un tramo de línea continua con suaves curvas colisionaron frontalmente contra un camión de reparto que descendía en dirección contraria. Fue en el kilómetro 23 de la N-640, en la zona conocida como Xesteira, cuando tras pasar Trabada la carretera entra en el municipio asturiano de San Tirso.

Contra un camión de reparto

Las tres víctimas viajaban en un Peugeot 106 que tras el brutal impacto quedó literalmente destrozado, partido en dos, convertido en un amasijo de hierros y con piezas desperdigadas por toda la calzada. El camión de reparto contra el que chocó el turismo era de una empresa domiciliada en el municipio lucense de A Pontenova. En él iban el conductor y su esposa, que resultaron ilesos.

Al ser una zona limítrofe entre dos comunidades, se movilizaron medios de emergencias y Guardia Civil de puestos de Asturias y Galicia. Acudieron bomberos de los parques asturianos de Barres (Castropol) y Grandas de Salime y del lucense de Barreiros con equipos de excarcelación, aunque finalmente no fue necesario utilizarlos. También se desplazaron efectivos de Tráfico de los puestos de Luarca y de Burela, así como equipos médicos de ambas comunidades.

El accidente provocó una fuerte conmoción en la zona. La alcaldesa de San Tirso de Abres, Goretti Quintana, lo explicaba así: «Estamos todos consternados, porque las víctimas eran personas muy conocidas y llevaban mucho tiempo trabajando en el taller. Los conocemos a todos y este drama afecta a varios concejos de la zona: a Vegadeo, San Tirso, A Pontenova, Riotorto...».

Durante varias horas prosiguieron los trabajos de limpieza de la calzada. Fue preciso recurrir a grúas de gran tonelaje para mover y retirar el camión.

El segundo de los siniestros mortales de un viernes negro se produjo a la altura de la localidad de Arganza cuando el vehículo que conducía el motorista británico invadió la calzada izquierda y colisionó frontalmente con un turismo ocupado por cinco personas que resultaron ilesas. El fallecido viajaba junto a un compañero, que le precedía en otra motocicleta.