Los mariñanos se casan menos y a los 36 años, y las mariñanas a los 33

Lucía Rey
Lucía Rey VIVEIRO / LA VOZ

A MARIÑA

PEPA LOSADA

La cifra de bodas civiles y religiosas ha caído más del 50% en los últimos cuarenta años

14 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Que los mariñanos se casan poco y cada vez más tarde es una realidad que confirman los datos oficiales. Informes del Instituto Galego de Estatística (IGE) revelan que los en las últimas cuatro décadas la cifra de bodas inscritas en el Registro Civil, en el que deben anotarse tanto las que se celebran de manera civil como las religiosas, han caído más de un 50%. Así, en el año 1975 contrajeron matrimonio en alguno de los 15 municipios de la comarca un total de 503 parejas, frente a las 237 que lo hicieron en el 2016, el último ejercicio del que el IGE maneja datos detallados.

Además también sube la media de edad a la que los habitantes de la comarca contraen nupcias por primera vez. En este momento, la media de edad de los recién casados se sitúa en algo más de 36 años para los hombres, y en cerca de 33 para las mujeres, según datos del IGE. En todo caso, según distintas fuentes, el número de mariñanos que hoy por hoy se casan en la veintena es prácticamente anecdótico.

A Mariña occidental es la zona del norte de la provincia de Lugo donde más enlaces tienen lugar en los últimos tiempos. Encabeza el listado el municipio de Viveiro, que es también el más poblado, y que en el 2016 fue escenario de 70 bodas (en 1975 hubo 95). Lo hizo seguido a bastante distancia de Cervo, donde hubo 17 (en 1975, 54), y Xove, con 13 (en el 75 se celebraron 38). Menos celebraciones se organizaron en O Vicedo, donde hace dos años únicamente se casaron 3 parejas frente a las 16 que habían hecho lo mismo cuatro décadas antes, y Ourol, donde se unieron 2. En 1975 en este municipio se habían casado 20 parejas.

La cifra de enlaces también ha descendido de manera notable en A Mariña Central. En Alfoz, por ejemplo, en el 2016 únicamente hubo una boda cuando en 1975 había habido 17. Un dato significativo se contempla en Foz, que hace dos años fue testigo de 33 bodas mientras que cuarenta años antes había acogido cerca del doble: 64. En Burela, que en 1975 todavía estaba integrada en el Concello de Cervo, en el 2016 se organizaron 38 enlaces. En Lourenzá hubo 3 (23 en el 75), en Mondoñedo 6 (frente a 34), y en O Valadouro 4 (contra 21).

La estadística es similar en A Mariña Oriental, donde el número de bodas también ha registrado bajadas. En Barreiros, por ejemplo, hace dos años hubo 6 bodas, 7 en A Pontenova, 33 en Ribadeo y 1 en Trabada. Cuarenta años atrás, estos ayuntamientos habían festejado, respectivamente, 25, 21, 59 y 16 enlaces matrimoniales.

Otros datos: las mujeres tienen un hijo de media, y hay el doble de defunciones que de nacimientos

Otro dato llamativo que tiene su reflejo en las estadísticas es el descenso del número de nacimientos que se registran en la comarca. Según los informes más recientes del Instituto Galego de Estadísticas, las mariñanas tienen un hijo de media. Esa cifra es un poco superior en A Mariña central, donde esa media se sitúa en 1,14; y en A Mariña occidental, donde está en 1,12; pero desciende en los municipios de A Mariña oriental, donde la media de hijos por mujer en edad fértil se establece en 0,85.

Más mujeres que hombres

Con este panorama no es de extrañar que la cifra de defunciones doble a la de nacimientos. En el 2016, por ejemplo, en toda la comarca se produjeron 455 alumbramientos. Del total de bebés, 226 fueron hombres y 229, mujeres. En el mismo ejercicio, en A Mariña fallecieron algo más de un millar de personas: 1.029, de las que 494 eran hombres y 535, mujeres.  

OPINIÓN: De «arrimarse»

Hace décadas parte de la sociedad miraba con malos ojos a las parejas que optaban por «arrimarse», es decir, que decidían vivir juntas sin casarse, ni por la Iglesia ni por lo civil. Afortunadamente, para algunas cosas los tiempos han cambiado y ya casi nadie mira «raro» a las parejas que optan por convivir e incluso tener descendencia sin que existan papeles por medio. Y parece que cada vez hay más. Al menos así se desprende de la estadística.