El cura que acabó la iglesia y fue cronista oficial de Burela

La Voz BURELA / LA VOZ

A MARIÑA

PEPA LOSADA

Ayer se celebró en la villa el funeral y el entierro de Benjamín González Quelle, fallecido a los 91 años

23 may 2018 . Actualizado a las 21:29 h.

«Con la gracia de Dios es posible despegar del suelo y mantenerse en su vuelo, pilotando cada uno la nave de su propia vida, teniendo a la vista la carta de navegación que nos dejó trazada el Hijo del hombre en el Sermón de la Montaña». Lo escribió Benjamín González Quelle, sacerdote jubilado, que falleció ayer en Mondoñedo con 91 años recién cumplidos. Nació en As Pallaregas, Covas, en Viveiro, fue párroco de Burela desde 1959 hasta 1988 y cronista oficial de la villa desde el 2006. A las cuatro de esta tarde, en la iglesia parroquial que acabó de construirse siendo él párroco, se celebra un funeral por un cura autor de cuatro libros que también impartió clase en el instituto burelense Perdouro.

Benjamín González Quelle «non tiña moi claro o de ser sacerdote» cuando en 1940 se lo propusieron, «pero si o de estudar». De su Viveiro natal se trasladó a Mondoñedo, donde se formó hasta que el 31 de mayo de 1952 fue ordenado en Barcelona. Pasó por cuatro parroquias antes de ser destinado a Burela. Cuando llegó la iglesia parroquial estaba «empezada e parada por acabarse os fondos», recordaba en una entrevista publicada hace nueve años en este diario. Después de numerosas gestiones y esfuerzos, en junio de 1962 se inauguraba el templo.

A los 67 años, siendo párroco de Burela, editó su primer libro, Cuadernos de bitácora, 1.092 páginas en las que relataba sus experiencias de 45 años de sacerdocio. Le seguirían Fuego de San Telmo y Fuegos Fatuos, Desahogos del cronista y Buenas noches, Burela, que definió como «un breviario no que me decidín a poñer as miñas reflexións sobre temas de actualidade». Su última obra la publicó en el 2009, once años después de retirarse como cura y tres después de ser nombrado cronista oficial de la villa,

Mayo, el mes de su nacimiento, ordenación y fallecimiento, fue el mes en el que el 2002 recibió un homenaje ciudadano en Burela, junto a Ricardo Pena Domínguez, también sacerdote y predecesor suyo como cronista oficial de la villa. «O que sempre me impresionou de Burela foi a tenacidade dos mariñeiros», decía en La Voz en mayo del 2009.