Hija de un emigrante de Viveiro, Gloria Piñón huyó con su familia de la inseguridad para vivir en el lugar donde veraneó en su juventud
20 may 2018 . Actualizado a las 10:01 h.«En Caracas siempre tenía miedo a que mi hijo saliera por la noche por si le ocurría algo, y al final nos entraron en la tienda de informática que teníamos y nos amordazaron para robarnos. Fue como un secuestro, algo horrible». Gloria Piñón todavía se estremece al recordar el momento en el que ella y su familia tuvieron claro que debían abandonar su país. «Decidimos salir de Venezuela cuando nos atracaron en la empresa. Y no fue por una cuestión económica, porque allí vivíamos bien, teníamos una casa en una urbanización tranquila y tres coches, éramos de clase media, pero nos vinimos por la inseguridad física, por el miedo», relata la mujer, que es española puesto que sus padres, el de Viveiro y ella de Loiba, fueron emigrantes. «Cuando era pequeña venía en verano y me encantaba; Galicia significaba libertad», relata, y explica que la situación política ha partido Venezuela. «Dividir al pueblo es malo, y allí lo están haciendo todos, tanto la izquierda como la derecha, incluso en los colegios», expone, y habla de manifestaciones que cortan autopistas y servicios a diario. «Todos los días, todas las semanas, todos los meses...», dice. Su marido, Odilo, que es ingeniero, está en paro, igual que su hijo, de 24 años. Su hija es diseñadora gráfica y hace poco encontró un empleo. Su nieta, de 9 años, es la alegría de la casa. «Aquí estamos bien, pero es muy duro tener que salir de tu país y empezar de cero». En Viveiro montó la franquicia de fragancias Equivalenza. «Allá era me decían: ‘española’, y aquí ‘venezolana’», cuenta. Hoy estará pendiente de las informaciones que lleguen sobre las elecciones de su país, donde todavía reside un hermano.
Preocupación entre los mariñanos con familia y propiedades en Venezuela por las elecciones de hoy
El goteo de familias de Venezuela que emigran a Galicia y a la costa de Lugo es continuo en los últimos años. Por motivos familiares, muchas estarán hoy pendientes de las elecciones presidenciales que, según lo previsto, consolidarán en el poder a Nicolás Maduro. «Nos vinimos sin venderlo todo, con la esperanza de regresar algún día», expone una. «La gente ahora mismo está huyendo para sobrevivir porque la situación es crítica. No solo por la inseguridad, también por la comida, que, o no se consigue, o está a unos precios desorbitados», expone la presidenta de la asociación VeneLugo (venezolanosenlugo@gmail.com), Karin Mago. Su objetivo es ayudar a los venezolanos que se han asentado en la provincia, además de promover la integración y las costumbres.