El acceso a algunas cuevas en la playa de As Catedrais ya se precintó ayer

José Francisco Alonso Quelle
josé alonso RIBADEO / LA VOZ

A MARIÑA

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En Ribadeo se teme el impacto de las medidas a las puertas de la temporada turística

18 may 2018 . Actualizado a las 07:44 h.

En el día después de que la Xunta anunciase que solicitará a Costas que provisionalmente se prohíba el acceso a cuevas, grutas, los corredores en túnel y a los famosos arcos de As Catedrais dado el riesgo de desprendimientos de rocas, la playa ribadense fue de nuevo visitada ayer, festivo en Galicia, por numerosos turistas que se encontraron con la sorpresa de que la entrada a algunas cuevas y espacios ya estaba precintada, con estacas y cintas. La Xunta, tal y como había anunciado, reforzó ayer la vigilancia en el arenal, que se mantendrá este puente festivo. Es una medida excepcional más que se tomó a raíz del accidente que en Semana Santa le costó la vida a una turista vallisoletana, que sufrió el golpe de una piedra en la cabeza. Pasear por el borde de los acantilados también se ha prohibido.

En Ribadeo, la propuesta de la Xunta ha sido acogida con recelo y prudencia. Hay temor, y mucho, por el impacto que puede tener en el turismo. También hay muchas dudas, porque no se sabe si se aplicará ya en verano (previsiblemente sí) y cómo se hará. Son muchas las incógnitas. Serían medidas provisionales, a la espera de los resultados de un estudio más completo que diga qué espacios se pueden visitar, cuáles con casco y cuáles no. Pero el impacto de la noticia ha sido inmediato. Ayer en la oficina de turismo de Ribadeo recibieron numerosas llamadas de personas que han planificado sus vacaciones estivales pasando por Ribadeo para ver As Catedrais. Desde el Concello apenas pueden disipar algunas dudas, porque casi nada se sabe de cómo se va a aplicar el veto y ni siquiera si se va a aplicar, aunque todo apunta a que Costas accederá a la petición de la Xunta.

El Concello de Ribadeo, pese al indudable impacto que tendría la medida de la Xunta de Galicia, se pronuncia con prudencia, muy lejos de las declaraciones críticas tan habituales hace solo un par de años.

A ello apeló ayer la concejal delegada de Turismo, Ana Martínez: «Isto demostra a urxencia de facer un plan especial de actuación de turismo vinculado ás Catedrais, cunha recepción axeitada aos visitantes. Se non se pode entrar en determinados puntos por seguridade, e non imos discutir ese criterio porque para iso están os técnicos, haberá que facer algo alternativo, como un centro de recepción con novas tecnoloxías para amosar os puntos que non se poden visitar», apuntó Ana Martínez.

De momento nadie entra a valorar otras responsabilidades, por ejemplo si la playa ha estado bien gestionada hasta ahora, toda vez que ha tenido que ser un accidente mortal el que ha disparado las alarmas y con ella la propuesta de medidas como cerrar espacios, que en caso de no haber ocurrido el falta suceso nadie a estas alturas habría planteado.

La patronal ribadense expresa su preocupación: «Pode resultar catastrófico para o turismo»

Francisco Iriarte, presidente de la asociación de comerciantes de Ribadeo, expresó ayer una opinión generalizada. Frente a mesura que proclama el Concello, Iriarte no puso paños calientes: «En Acisa estamos moi preocupados, por suposto, porque estamos a un mes do verán e din que se van pechar espazos nas Catedrais, e as medidas definitivas non se van saber hasta outubro. E ter iso pechado tanto tempo pode ser catastrófico para o turismo. Iso é o que lin nos medios, porque oficialmente ninguén nos comentou nada. En Acisa temos medo e insisto, preocupación máxima. Pero pouco máis podemos dicir, porque non sabemos máis».

«O turismo e a riqueza que xera en Ribadeo ten que ser compatible coa seguridade das persoas e coa conservación do medio ambiente natural. Ribadeo non pode permitirse perder a campaña deste verán, porque tras o duro inverno iso levaría ao peche de moitos negocios», advirtió.

Carteles con la prohibición: el que los ignore será multado y suya será la responsabilidad

Son muchas las dudas existentes, pero por lo avanzando el miércoles en Lugo en la reunión entre Xunta, Costas y Concello de Ribadeo, la intención del gobierno autónomo pasaría por aplicar la prohibición de entrar en cuevas y los arcos instalando carteles. De ese modo se derivaría la responsabilidad de posibles accidentes en el visitante. Colocar estacas y cintas sería inviable porque la marea los llevaría y Costas podrían reparos.

Respecto a la misión de multar a quienes ignoren los vetos, los agentes de la Consellería de Medio Ambiente podrían hacerlo. Pero desde la Xunta también se plantea repartir la responsabilidad en agentes del Seprona, de Costas y en la policía municipal de Ribadeo.

Las multas por pasear por el borde de los acantilados en As Catedrais pueden oscilar entre 600 y 6.000 euros.