El condenado, que ya estaba en prisión, deberá indemnizar a la víctima con 4.500 euros
17 may 2018 . Actualizado a las 22:13 h.Está en prisión y ayer aceptó en la Audiencia Provincial una pena de cuatro años como autor de un delito continuado de abuso sexual, en la persona de una sobrina, una niña de 10 años. El hombre ahora condenado no podrá residir en Burela durante 10 años, tendrá que mantenerse a una distancia de la víctima no inferior a 500 metros y no podrá comunicarse con ella durante catorce años. Además, estará en libertad vigilada durante ocho años y tendrá que indemnizar a la víctima con 4.500 euros.
Según la acusación pública, el hombre ahora condenado sometió a abuso sexual a la menor, desde que tenía 10 años, entre mediados de 2016 y abril de 2017.
La niña no dijo nada por miedo
La fiscalía considera que los abusos se producían cuando el ahora condenado acudía a visitar a la familia de la menor. Aprovechaba cuando se quedaban solos en casa para someterla a prácticas de contenido sexual, «sin que quede acreditado que dicho contacto corporal hubiese supuesto acceso carnal vía vaginal». Siempre según la acusación pública, los abusos se repetían cada vez que tío y sobrina quedaban solos en casa, lo que aconteció en repetidas ocasiones hasta abril de 2017. La menor no dijo nada de los tocamientos, reseña la fiscala, por miedo, hasta que su familia se dio cuenta de lo que ocurría.
El ahora condenado se encuentra en prisión provisional desde el 16 de abril de 2017, fecha en la que el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Viveiro así lo decidió mediante un auto. En la sentencia se establece una indemnización al Sergas por importe de 361,59 euros, por los gastos de asistencia sanitaria a la menor.
Inicialmente, parecía que la conformidad en sala sería a puerta cerrada pero finalmente fue sesión pública.