Un campeonato nacional de pulsos en Ourol que «pasará á historia»

I.MEITIÍN BUJÁN OUROL / LA VOZ

A MARIÑA

Pepa Losada

Unos 100 deportistas de todo el país lucieron técnica y músculo en un escenario y un ambiente «incomparables»

13 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Fran Rodríguez era un manojo de nervios en los instantes previos al levantamiento del telón. Deambulaba de un lado a otro del pabellón cuidando el más mínimo detalle para que la puesta en escena fuese acorde con la relevancia de la competición. Como máximo responsable de la organización, el presidente del club de Ourol tenía claro que esta vigésimo séptima edición del Campeonato de España de Lucha de Brazos «pasará á historia». Y no solo por ser la primera que se disputa en tierras gallegas. Sobre todo, por un escenario y un ambiente «incomparables» y «el gran nivel» de los aproximadamente 100 aspirantes, destacaba el fornido pulsador anfitrión mientras admiraba el montaje de luz y sonido, el escenario con las cuatro mesas de combate, el porte y la calidad de los ocho jueces (cuatro de ellos internacionales) y el buen aspecto que ya lucían las gradas aunque lo mejor estaba por llegar. El alcalde, José Luis Pajón, tampoco quiso perderse la inauguración.

El protagonismo en la sesión matinal recayó en los participantes de las categorías infantil, júnior, adaptada y veteranos, y ya por la tarde, con el pabellón repleto, salieron a escena los ases del escaparate nacional. Deportistas con brazos como garrotes que libraron pulsos titánicos despertando la admiración de un público expectante y curioso. Aunque al cierre de esta edición no había resultados oficiales, las apuestas situaban en el podio y como rivales a batir a hombres de la talla de Nino Salvatore, madrileño que defendía el título en más de 100 kilos, el palentino José Jaime Urcaregui (siete veces subcampeón mundial), el catalán José Antonio Arévalo (24 veces campeón de España) o el manchego Lorenzo Villar, actual presidente de la Asociación Española de Lucha de Brazos (AELB) y campeón del mundo en dos ocasiones.

«Ter en Ourol a pulsadores desta categoría é un luxo», ensalzó Fran Rodríguez, máximo dirigente y una de las mejores bazas del club local. Y sentenciaba: «A xente non se imaxina o traballo que dá organizar un campionato destas características. Levamos desde o 28 de xaneiro sen parar».

Carla, Silvia y Laura, las tres mujeres del club local en un deporte «sin machismo»

Los pulsos no son solo cosa de hombres. En A Mariña, el ejemplo lo ponen Carla Tato (14 años), Silvia Casabella (27) y Laura Crego (28). La primera es de Carballo y sus compañeras, viveirenses, y ponen el toque femenino en el club de Ourol. Ayer, mientras esperaban impacientes e «ilusionadas» su estreno en el campeonato, reconocían sentirse «muy gusto» en una modalidad en la que la fuerza no lo es todo y «sin machismo». Carla llegó al club hace casi un año de la mano de su padre, Marcos Tato, y poco antes se había incorporado Silvia, «animada» por su novio, Roberto, también miembro del equipo. Laura Crego, por su parte, lleva un año y medio echando pulsos. «Iba al mismo gimnasio que algunos miembros del club y allí me reclutaron», cuenta.