Viveiro pide a la Xunta que haga algo al dispararse los accidentes en O Pirixel

s. o. VIVEIRO / LA VOZ

A MARIÑA

PEPA LOSADA

En los últimos dieciséis meses hubo doce, más que en los cuatro años anteriores

12 may 2018 . Actualizado a las 18:15 h.

Doce accidentes en los últimos dieciséis meses, más que los once de los cuatro años anteriores, han hecho saltar las alarmas. Residentes en la zona y Concello de Viveiro alertan del «alto índice de siniestralidade» en la LU-102, la antigua carretera Viveiro-Celeiro, en O Pirixel. Un completo informe elaborado por un agente de la Policía Local lo confirma. Vecinos han pedido que se haga algo y la alcaldesa ha solicitado a la Axencia Galega de Infraestruturas «que á maior brevidade posible se adopten as medidas oportunas».

De 1.880 metros, la LU-102 depende de la Xunta. Discurre en paralelo a la LU-862, desde el inicio la avenida Benito Galcerán hasta Celeiro, a la altura de la gasolinera. Los primeros seiscientos metros son urbanos. Desde San Lázaro a la fuente de Térceras, «es mayoritariamente en pendiente, con curvas pronunciadas, de derecha a izquierda y viceversa, y sin apenas edificaciones», detalla la Policía Local de Viveiro. Sin arcenes y con dos carriles de 2,80 metros de ancho, da a taludes y a un precipicio. Además de señales de advertencia de peligro por curvas y de limitación de velocidad a 50 kilómetros por hora, en algunos puntos hay barreras metálicas semirrígidas, «para impedir la caída de vehículos» por el terraplén.

El tramo más peligroso es el kilómetro que va de San Lázaro a Celeiro, y viceversa. Ahí se han registrado quince de los veintitrés accidentes en los que intervino la Policía Local de Viveiro desde el 2013 hasta ahora. Y es ahí donde se piden soluciones.

Reductores de velocidad, motivo de casi la mitad de los siniestros

Casi la mitad de los accidentes en O Pirixel «ha sido debidos a la velocidad, bien por ser excesiva o por no adaptarse a las circunstancias de la vía, ambientales o de circulación». Sucedió en once, en dos de los cuales los conductores superaban la tasa de alcohol permitida, mientras otros seis se atribuyeron a distracciones.

De ahí que la Policía Local proponga «instalar reductores de velocidad o bandas transversales de alerta» en el kilómetro más peligrosos de la LU-102, «especialmente en el tramo sinuoso de curvas pronunciadas». Ya que la carretera es estrecha y carece de arcén, también sugiere instalar «guías sonoras longitudinales de borde de carril, con dispositivo reflectante, para alertar de la posible salida de vía». Además aboga por montar «bolardos reflectantes que harían de guía». Todo porque intensificar los controles de velocidad es «insuficiente».

Heridos graves o muy graves en once de los veintitrés percances

El informe policial remitido por la alcaldesa de Viveiro a Infraestruturas analiza pormenorizadamente la siniestralidad en la LU-102 y sus causas. Detalla que en los veintitrés accidentes se vieron implicados 32 automóviles, una moto y dos ciclomotores. En once los vehículos se salieron de la carretera, en otros ocho hubo colisiones y cuatro ocurrieron por atropellos a animales.

Cerca de la mitad los percances ocurrieron de noche o con lluvia, «en condiciones de visibilidad negativa» a las que también contribuye el trazado de la vía, detalla el informe policial.

Nueve siniestros con heridos graves y dos con lesionados muy graves confirman la peligrosidad de la carretera de O Pirixel, donde se saldaron con daños materiales otra docena de accidentes en el último lustro. Sobre las consecuencias para las personas pone el acento la Policía Local de Viveiro, cuando deja constancia de que suelen ser «mayores» porque, entre otras razones, «en algunos casos los conductores hacen caso omiso de la prohibición de velocidad máxima de 50 kilómetros por hora».