«Si uno no se siente guardia civil, malamente puede desempeñar bien el cargo»

María Cuadrado Fernández
MARÍA CUADRADO BURELA / LA VOZ

A MARIÑA

XAIME RAMALLAL

Nació en A Pontenova y su profesión le llevó a ejercer en Asturias, en Cataluña y tuvo varios destinos en Galicia

15 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

José López Ginzo (Aldeguer-A Pontenova, 1957) pasó a la reserva el pasado día 7 de marzo (hasta los 65). Hasta entonces ejercía como capitán de la Guardia Civil en Burela. Minutos antes de participar ayer en el homenaje que le tributaron, López Ginzo repasa su amplia trayectoria profesional y confiesa que ahora, con 61 años, aprovecha esta nueva etapa para disfrutar más de la familia y para vacacionar. El capitán ingresó en la Guardia Civil el 1 de septiembre de 1976 en la Academia de Guardias de Úbeda (Jaén), desde donde fue destinado al puesto de La Espina, en Salas (Asturias). En 1981 realizó el curso de cabo y fue destinado a Cadavedo (Valdés). El siguiente destino sería A Pastoriza, donde estuvo siete u ocho años antes de trasladarse a Vilalba. En 1991-92 completó su formación como suboficial en la Academia de El Escorial y, con motivo de las Olimpiadas, fue destinado a Almenar (Lérida). No sería hasta finales de ese año cuando aterrizó en Mondoñedo, donde estuvo varios meses antes de ejercer en Guitiriz y, después, en la Comandancia de Lugo. Realizó el curso de oficial en El Escorial y en 1999 fue destinado como alférez a la sección de investigación de la unidad orgánica de la Policía Judicial. Cuando en 2003 ascendió a teniente y ocupó el puesto de jefe principal en Oleiros. En 2009 fue destinado a la Comandancia de A Coruña, concretamente a la sección de protección y seguridad, donde ascendió a capitán. Tras un período sin destino, en 2012 llegó a Burela.

-¿Qué le ha reportado tan amplia trayectoria profesional que también le ha llevado a tantos destinos?

-Ha sido muy enriquecedor. De todas formas, estaba acostumbrado porque mi padre ya había sido guardia civil y estuvo destinado en Castroverde. Puedo decir que me crie en un cuartel. Estaba acostumbrado a esos cambios.

-¿Tiene algún recuerdo especial?

-Como positivo, siempre viví la profesión. También tuve momentos malos y delicados, como fue la huelga de transporte de leche en Asturias. Pero recuerdos malos, malos, no tengo.

-Un consejo para las nuevas generaciones de guardias civiles...

-Hay que sentir la profesión. Si uno no se siente guardia civil, malamente puede desempeñar bien el cargo. Hay que tener amor por el trabajo.