84 años desde que una novedosa cafetera le dio nombre al Bar Moderno en Barreiros

Yolanda García Ramos
yolanda garcía BARREIROS / LA VOZ

A MARIÑA

PEPA LOSADA

«Aquí non hai wifi», señala el dueño como ventaja para fomentar la buena tertulia

29 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Como llama a muchos y muchas «marqués» y «marquesa», ese ha sido el apodo que le ha quedado de por vida a Suso Seivane, O Marqués. Y un amigo, Ramos de Marisa, le ha obsequiado con un letrero que reza: «Marqueses». Seivane es la tercera generación que está al frente del veterano Café Bar Moderno, aunque ya hay cuarta (su hijo Francisco, fruto de su matrimonio con Montserrat López) y por mayo vendrá al mundo la quinta. El establecimiento cumplió ayer 84 años. Una jornada especial que se celebró por todo lo alto con los clientes, «con percebes da Pena de Altar e caviar de cabozo», dice. Y, sobre todo, recordando la aventura que en su día emprendía con este bar y fonda la abuela Albina. En medio de la charla, quiere rendirle todo un homenaje en femenino a aquellas mujeres que la llevaron adelante, también María de Chaparro, la cocinera Esperanza y Quica.

Del nombre Moderno tiene buena culpa la cafetera que aún se conserva en el local, porque entonces era «lo más». La pensión completa costaba de aquella 7 pesetas. Si 1934 fue un año trascendental, el origen, otro destacado fue 1960, porque con el número 23.497 daban el segundo premio de la lotería de Reyes, resultando diez familias afortunadas, a las que les tocó 400.000 pesetas por décimo. Entonces, era todo un señor premio.

El mejor para el Café Bar Moderno siempre ha sido la amistad forjada con la clientela. «Aquí non hai wifi -dice Suso-, aquí somos dos de falar de toda a vida». Es lugar de reunión, de tertulia, de juegos de mesa... y además lugar de salida de rutas para conocer todas las bellezas naturales, y más, de Barreiros. La gastronomía bebe de las tradiciones y aún se sirve la falda asada de ternera de María do Café, su madre, natural de Santa Tecla, casada con Pancho do Coutés.

La fonda servía antiguamente para gente del interior que buscaba salud a pie de costa, bebía agua de mar, descansaba, comía bien, paseaba, aprovechaba las propiedades de las fuentes de Santa Rosa y Augasantas... De aquella tradición quedó el ánimo en Xesús Seivane, ayudado por Magdalena Seixas, de continuar con esa sabiduría «ancestral» y ahora en el Hotel Ría do Masma, que abrió con su mujer Montse en 2007, se ofrece la posibilidad de aprovechar todos esos recursos en Semana Santa para ganar bienestar y volver con las pilas cargadas, un paquete especial que incluye rutas de senderismo, sesiones guiadas de autoconocimiento, relajación, meditación, tratamientos, actividades lúdicas. «Creo estar escoitando a miña avoa dicirme ‘segue, meu neniño’», finaliza Seivane, alabando el ritual de los baños que en esta zona iban más allá del mes de septiembre. «Hoxe queremos seguir con ese camiño -indica-, que do que haxa non falte de nada e que aquí a xente reciba tranquilidade, paz, porque está coma na casa». Fidelidad al eslogan Barreiros, templo de saúde.