Cervo: una cita con el deporte

Pablo Mosquera
Pablo Mosquera FINES DE SEMANA

A MARIÑA

12 mar 2018 . Actualizado a las 21:25 h.

Fin de semana. Nos estamos acostumbrando. Autobuses llegando a San Ciprián. La hostelería satisfecha, están a tope. Por las calles muchachos jóvenes con atuendos deportivos. Vienen a competir. A los que somos de aquí nos encanta ver este ambiente. Gente sana llena de vida que al mismo tiempo descubren la belleza de nuestro pueblo. ¡Así, da gusto!

Conviene recordar que el deporte es, dentro del sector servicios, un espacio que nunca toca techo. Más allá del fútbol, hay actividades deportivas capaces de entretener y hacer competir a nuestra juventud, o incluso a los veteranos que siguen disfrutando con ese gusanillo. Piscina, gimnasio, polideportivo, la mar, el embalse

de Rio Cobo, pádel, o esas pistas forestales sobre las que deslizar una bici de montaña.

José Ramón Soto ha transformado el calendario deportivo en tres derivadas con enorme valor añadido. Espacio para las buenas noticias. Conciliar deporte y naturaleza. Promover que los jóvenes deportistas y sus acompañantes descubran la hospitalidad y la belleza natural de nuestro Concello de Cervo, con lugares tan especiales como San Ciprián y Sargadelos.

Enduro y surf

Reconozco que la cita de Ruta Enduro Medela MTB, con más de 120 inscritos, un sorprendente recorrido hacia lo que mi amigo Manuel Barros Quelle señala en su inimitable obra «San Ciprián, parroquia de Santa María de Lieiro», como asentamiento del mítico Monte Medulio, me ha emocionado. Si inmortal es la subida a los Lagos o al Tourmalet, les aseguro que esos 35 kilómetros con un desnivel de

1.400 metros, representa una fórmula capaz de enseñarles a muchos deportistas gallegos y asturianos, como es San Ciprián desde la Plaza de los Campos hasta esa Medela que permite comprobar cómo Islas San Cyprianus tiene la forma de una ballena dormida.

Y qué decir de esa chavalería enganchada al surf que aprenden a cabalgar sobre las

olas en la Limosa; o la sorpresa que tuvieron, los que un buen día vieron que David Cal se entrenaba en Rio Cobo. Pero insisto. Nada es casual, todo es causal. Y aquí la causa tiene un nombre propio: José Ramón Soto Martínez.