«Comercializamos nuestros pescados en más de 40 países, sobre todo de África»

Lucía Rey
lucía rey BURELA / LA VOZ

A MARIÑA

PEPA LOSADA

Conchi Blanco habla del mercado internacional de Pescados Rubén; Óscar Villapol, del del Grupo Villapol; y José Luis F. Machado, del de Industrial Recense

11 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La apertura de una nave de congelado en Fazouro en 1998 marcó el inicio del camino a la exportación de Pescados Rubén, S.L., como recuerda su directora de importación y exportación, Conchi Blanco. «Nos permitía almacenar producto congelado, y tras realizar varios estudios de mercado, comenzamos a vender en los países del Este, posteriormente nos introdujimos en el norte de África, y en la actualidad estamos en Estados Unidos, América del Sur, China, Europa y África», expone. Unos 120 trabajadores integran una plantilla que en campañas como la de la caballa o del bonito llega a 150. En el 2017, la empresa facturó 16,8 millones, de los que algo más de 5 se correspondieron a ventas en el extranjero de caballa, sardina, jurel o bonito, además de merluza y otras especies. «Compramos la mayor parte del pescado en las lonjas del norte de España, con compradores especializados y almacenes propios en las más importantes. Además importamos productos de China, Argentina, Perú, Indonesia y países del norte de Europa», explica Blanco. «Lo más difícil fue vender el primer contenedor, pero después de 20 años de experiencia lo que nos interesa es cumplir con la clientela ofreciendo la mejor calidad y el mejor servicio», dice. Para diversificar y hacer nuevos clientes, participan en ferias y misiones comerciales.

16,8 millones, de los que en torno al 30% fueron ventas en el exterior

Desde Angola y Croacia a México o Suiza.

Grupo Villapol: «Somos los únicos fabricantes de Europa de laminados de eucalipto ‘glóbulus’»

El grupo Villapol tiene dos patas: Maderas Villapol, que se dedica a la explotación forestal y a la exportación de maderas en tronco -sobre todo pino y eucalipto-, y Laminados Villapol, que nació «pensando en los países europeos que tienen un mayor consumo de madera para carpintería exterior», y que en el 2017 exportó el 90% de lo que facturó, como señala su director comercial, Óscar Villapol. Fabricantes de ventanas, galerías o fachadas ventiladas de Francia, Países Bajos, Suiza y sobre todo Alemania son los principales clientes de la madera laminada «glóbulus de Galicia», que transforma esta empresa familiar cuya sede está en Trabada. Según destaca Villapol, toda la madera procede de plantaciones controladas y sostenibles de montes de Galicia. Para empezar a exportar realizaron numerosos estudios de mercado y de producto, análisis de competitividad y test en centros tecnológicos internacionales. Por su parte, Maderas Villapol exportó en el 2017 en torno al 30% de su facturación a Francia, Portugal y por primera vez a China. «En Maderas Villapol siempre hubo inquietud exportadora, con operaciones desde hace muchos años a países como Marruecos, Finlandia, Alemania...», finalizó. Creado hace más de medio siglo de la mano de 8 hermanos, 5 miembros de la segunda generación dirigen hoy el grupo, que emplea a 65 personas.

Maderas Villapol facturó 9’5 millones de euros, de los que más de 3 fueron en exportaciones. Laminados Villapol, por su parte, facturó unos 2,5 millones. De ellos, más de 2 fueron ventas en el exterior.

Industrial Recense: «Al exportar, hay que tener buen producto, servicio rápido y precio competitivo»

En veinte años, Industrial Recense, S.L. ha pasado de vender el 90% de su facturación en Galicia a exportar a mercados internacionales cerca del 40%, como apunta su director comercial, José Luis Fernández Machado. «Fue un proceso lento, ya que antes hubo que hacer una completa automatización del proceso productivo para poder competir», indica. La empresa de A Pontenova, que tiene 50 trabajadores y delegados comerciales en varios países, exporta elementos de fijación roscados, «abarcones», hechos a medida según el diseño del cliente, así como «elementos de fijación para el prefabricado de hormigón». En el 2017, la firma facturó un total de 9,5 millones, de los que exportó de manera directa en torno a 1 millón -el 10,6%-, y de manera indirecta, es decir, a través de otras empresas españolas, unos 2 -un 22%-. Alemania, Bélgica, Francia, Holanda, Portugal y Reino Unido son sus principales clientes, aunque esperan introdudirse en el mercado sudamericano. «En el 2017 participamos en una feria de construcción en Chile para presentar nuestras soluciones», comentó Machado. -¿Es complicado introducirse en otros países? -«Sin duda, especialmente en el norte de Europa, donde las exigencias son más altas que en el mercado nacional. En mercados maduros como Alemania competimos con fabricantes locales y de Europa del este, Asia, Italia o Turquía», apunta, y comenta que exponen en las principales ferias del sector, y organizan visitas directas a clientes o los captan a través de Internet. De cara al futuro, dos proyectos innovadores: uno de elementos de fijación para fachadas de hormigón arquitectónico, y otro de fijaciones para la industria fotovoltaica.

Alemania, Bélgica, Francia, Holanda, Portugal y Reino Unido

Otras empresas lucenses que también venden en el exterior

El Directorio de Empresas Exportadoras e Importadoras impulsado por las Cámaras de Comercio y con datos de la Agencia Tributaria figuran en torno a una veintena de empresas de la provincia de Lugo. Buena parte de ellas están radicadas en algún municipio de A Mariña.

Con todo, distintas fuentes señalan que tanto en la provincia como en la comarca existen otras firmas que no figuran en esos listados y que también venden parte de sus producción en mercados internacionales. Sea de manera directa, es decir, sin intermediarios, o sea de forma indirecta, vendiendo en un primer momento su producción a otras empresas españolas, que más tarde comercializan estos artículos en el extranjero.