Concentraciones y cierres de negocios sobre todo en Burela, Foz y Ribadeo

M. cuadrado / l. rey VIVEIRO / LA VOZ

A MARIÑA

PEPA LOSADA

En toda A Mariña se vivió ayer una jornada reivindicativa y singular

09 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Cientos de mujeres mariñanas escenificaron en las calles y plazas el valor de la unidad. Ayer dominó el color malva en camisetas, bufandas, paraguas, en el cabello… Compartiendo concentración o siendo solidarias con el cierre temporal de sus negocios, las mariñanas rechazaron la práctica de diferentes tipos de discriminación solo por el hecho de ser mujer. Muy numerosas fueron las concentraciones registradas a mediodía en diferentes concellos. A diferencia de las convocadas por centrales sindicales, la de Foz fue impulsada por las trabajadoras del Concello. Tuvo lugar en la plaza del Ayuntamiento, donde se leyó un manifiesto. Se dieron cita varios cientos de personas, mayoritariamente mujeres y de edades muy diferentes. «Eu xa deixei feita a comida onte pola tarde (por el miércoles) para poder vir a muller e máis eu á concentración», confesaba José Luis, jubilado. La escena se repitió ante las casas consistoriales de Ribadeo y Burela.

En Ribadeo, coincidiendo especialmente con la hora de la concentración, muchos comerciantes y locales de hostelería cerraron sus puertas. Un paseo por la calle Reinante a mediodía lo atestiguaba. En Burela, algunos negocios adelantaron ayer por la tarde el cierre coincidiendo con la manifestación. En el caso de Foz, buena parte de las asistentes a la concentración eran dueñas y empleadas de negocios locales, de diferentes sectores, que se sumaron a la convocatoria de huelga cerrando sus establecimientos toda la mañana, toda la tarde o de de 11.00 a 12.30 horas.

Un dato que refleja mejor que nada el éxito de la convocatoria: en solo doscientos metros de toda la Avenida da Mariña, ocho negocios tenían a las 12.00 horas la reja bajada y el cartel anunciado el apoyo a la huelga y el horario en el que se cerraba el negocio. En otro punto de la comarca, ante la fábrica cervense de Sargadelos, una empresa en la que trabajan de forma mayoritaria mujeres, representantes de UGT se concentraron tras la pancarta «En loita pola igualdade».

Mientras tanto, alrededor de 300 personas se concentraron a mediodía en la Praza Maior de Viveiro bajo el lema «Todos os días son 8 de marzo». La propietaria de la librería Porta da Vila, Maricarmen Lage, leyó un comunicado en el que denunció la desigualdad que todavía sufren algunas mujeres desde la infancia. Entre los comercios que se sumaron al paro simbólico estuvieron la librería Santiaguito, LaÓptica, Versión Original o Luján.