Alsa, condenada por sancionar a un conductor que se negó a vestir un polo de la empresa

Luis Ordóñez
LUIS ORDÓÑEZ RIBADEO / LA VOZ

A MARIÑA

Deberá indemnizarlo con 6.000 euros y abonarle los salarios perdidos

28 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

A Juan Corte, conductor de autobuses de Alsa le impusieron 15 días de sanción, de empleo y sueldo, por una falta considera grave por no vestir el polo de la empresa para ponerse al volante. En su lugar llevaba una camisa de manga corta y además hizo constar que un informe médico justificaba su negativa a vestir el polo del uniforme por provocarle una dermatitis de contacto. Ahora la empresa ha sido condenada por El TSJA a resarcir al trabajador con la devolución de los días de salario perdidos y una indemnización de 6.000 por «vulnerar derechos fundamentales».

Corte es afiliado al sindicato CSI y la sentencia recoge varios casos en los que ha demandado a la empresa por otros conflictos laborales, la sentencia los recoge como antecedentes de una decisión que no considera justificada sino como represalia de una acción sindical. En el mismo tiempo en que el conductor fue sancionado, otro compañero fue advertido por vestir una camiseta interior bajo el polo pero al que se les aceptó sin problemas un justificante médico similar al de Corte. «Solo es la punta del iceberg, tengo más juicios en los que me buscan el despido puro y duro», denuncia el conductor.

Ropa de China

Según su relato, antes la empresa enviaba a los trabajadores a adquirir los uniformes en una gran distribuidora con productos «de calidad» y las prendas no presentaban problemas. «Pero ahora todo lo que traen, todo viene de China, de su empresa Cofinex, es una manera de sacar materia prima. Todo el material que tienen del país asiático nos lo ponemos nosotros», destaca para señalar además de que se trata de tejidos de peor calidad «las camisas al quinto lavado no hay por dónde cogerlas». «Cuando llevas diez horas al volante, un día al sol, a través de la luna la temperatura se puede poner a 45 grados, no sabes cómo se pone la piel. El primer día que puse el polo tuve que meterme en agua fría», explica Corte.

Añadió que otros compañeros le han consultado si también podrían beneficiarse de la sentencia, aunque no extiende sus efectos entre la plantilla.