La mayoría de los alumnos de centros con comedor comen en él

l.r. VIVEIRO / LA VOZ

A MARIÑA

MIGUEL

La implantación de la jornada única y la difícil conciliación de la vida personal y laboral de muchas familias son la causa

27 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Hoy por hoy, la mayor parte de los alumnos que acuden a colegios e institutos que disponen de comedor escolar comen en él, según señalaron ayer directivos de varios centros educativos de A Mariña. En el Gregorio Sanz de Ribadeo, por ejemplo, acuden a la instalación, que es de gestión directa, 350 de los 374 estudiantes que cursan primaria y secundaria. En el CEIP O Cantel, de Foz, en el comedor están inscritos alrededor de 160 de los más de 180 matriculados. La implantación de la jornada única, sin división entre los horarios de mañana y de tarde, y la complicada conciliación de la vida personal y laboral de muchas familias abocan a esta situación.

Las familias del Gregorio Sanz de Ribadeo reciben propuestas de cenas

Si a mediodía los niños comen guistantes con patata y zanahoria, pollo al horno con ensalada de tomate y kiwi, por la noche pueden cenar un puré de verduras, canelones de atún y un yogur. Pero si comen pizza vegetal, raxo guisado y mandarina, la cena puede ser un poco más copiosa, con dorada al horno con patatas y verduras y un yogur. Estas son solo dos de las «propuestas de cena» que elabora mensualmente el CEIP Gregorio Sanz de Ribadeo para facilitar, en la medida de lo posible, la planificación de comidas a las familias. «Temos un menú totalmente equilibrado e variado revisado por un nutricionista», destaca la directora del colegio público, Lourdes Marqués Espina. -¿Qué se hace con la comida que sobra? -«Faise unha contabilidade exhaustiva sobre o número de comensais que vai haber cada día, e en base a ela fanse os pedidos. A comida sobrante case non existe, e o fresco que sobra, en ningún caso o cociñado, aprovéitase para conxelar», agrega. Señaló que por ahora «non se deu o caso» de que alguna familia en riesgo de exclusión precisase llevar comida para casa. «Pero temos en conta a lexislación vixente, e en caso de que houbese sobras, a norma cumpriríase a raxatabla para distribuíla onde fose necesario», concluyó.