Ante las dudas se llamó a un forense que certificó que eran huesos de un delfín
31 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.La voz de alarma la dio alguien que estaba paseando un perro tranquilamente a media tarde -aún a plena luz del día- por la playa de Abrela, entre Viveiro y O Vicedo, aprovechando la bajamar y que era una tarde bastante plácida.
Al parecer, el perro en un momento del paseo, entre carrera y carrera, se paró a escavar en la arena -en medio de la playa- para desenterrar un hueso y fue cuando vieron con sorpresa algo semejante a una calavera, que estaba prácticamente enterrada.
La sorpresa
Ante la sorpresa, el propietario o propietaria del animal decidió dar aviso entonces a la Guardia Civil de Viveiro, cuyos agentes se desplazaron en el momento hasta el arenal de Abrela.
Posteriormente, y al poco tiempo, también se acercó hasta el mismo lugar un coche de la Policía Judicial. Unos y otros examinaron los huesos allí mismo en la arena.
Probablemente ante las dudas de si pudiera tratarse o no de la calavera de un humano o de un animal marino y después de varias consultas, parece ser que fue cuando se llamó a un forense, y ya prácticamente anochecía en ese momento mientras aguardaban la llegada del especialista, a que certificara.
El forense certificaría finalmente que los huesos de la calavera correspondían a un delfín. Varias fuentes confirmaron que serían incinerados.