«Vivimos un ritmo frenético en el día a día, parece que no llegan las 24 horas»

Yolanda García Ramos
YOLANDA GARCÍA RIBADEO / LA VOZ

A MARIÑA

María del Mar Arias Matilla, psicóloga y técnica de Prevención de Riesgos Laborales de Mutua Universal, impartirá mañana, organizada por Acisa, una jornada sobre el estrés en Ribadeo

24 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Con la especialidad de ergonomía y psicosociología, María del Mar Arias Matilla, psicóloga y técnica de Prevención de Riesgos Laborales de Mutua Universal, impartirá la jornada sobre gestión del estrés que organiza Acisa Ribadeo mañana abierta al público. «Contamos con un equipo de psicólogos que intenta asesorar a las empresas, acompañar y aconsejar para mejorar los factores psicosociales, o tenerlos en cuenta... Los trabajadores no dejan de ser personas», señala. «Vivimos un ritmo frenético en el día a día, tanto que parece que no llegan 24 horas. Vamos a intentar explicar claves que identifiquen esas fuentes de estrés y dar pautas de actuación», añade.

-No todo estrés es malo, ¿verdad? Se vuelve negativo cuando tienes la sensación de vivir corriendo delante de un león...

-El estrés es el positivo. Nosotros hablamos del león y la cebra. La cebra está tranquilamente paciendo y solo reacciona a una situación de peligro cuando viene el león. Ahí tienes una activación cardíaca mayor, más atención, la sangre se bombea a los músculos de las piernas para reaccionar a una huída... Esta es una reacción de supervivencia, que tenemos todos. Sin embargo, no tenemos la capacidad de la cebra de reaccionar solo cuando hay un león y a veces estamos en alerta incluso cuando el estímulo de peligro no existe. El estrés es un desequilbrio entre las demandas y las exigencias de lo que tenemos que hacer y los recursos que creemos que tenemos para superar la situación. Y es algo subjetivo. En una misma situación, uno cree que tiene recursos suficientes y lo vive con equilibrio, sin embargo en otro se produce un desequilibrio y ahí se genera el estrés. El positivo es una reacción adaptativa y una respuesta innata que nos permite vivir cosas nuevas, adaptarnos a situaciones, afrontar retos... pero hay situaciones en las que que se convierte en el algo crónico. El distrés es el negativo.

-¿Cuáles son las causas?

-Dependen de cada persona. Es verdad que el estrés es síntoma de una situación que vives, pero no es la consecuencia. Dormir mal, problemas digestivos, dermatitis, caída de pelo, ansiedad, depresión... son las lesiones.

-¿Hay «luz» al final del túnel?

-Hay tres campos en nuestro cuerpo que podríamos trabajar. Una es la parte fisiológica. Cuando estamos en equilibrio, calma y relajación no podemos estar en siuación de estrés. Existen técnicas de control como la respiración. Niños pequeños y bebés respiran de forma abdominal pero con el ritmo que tenemos los adultos respiramos por la parte superior del cuerpo. Practicar la respiración abdominal ayuda a contrarrestar el cansancio, la tensión muscular, etc.. Enseñamos también la relajación que disminuye la activación física. Tenemos en el cerebro unas ondas diferentes si estamos dormidos (nivel delta), despiertos (nivel beta) o en relajación (nivel alfa). En este último tenemos una mayor capacidad de memoria, creatividad, concentración, favorece que obviemos el estrés y podamos pensar con mucha mayor claridad. Si tuviéramos diez minutos al día para hacerlo...

-Si se organiza bien se encuentran. ¡Ideal para empezar el día!

-Sí, la actitud de cómo te levantas va a modificar la forma de cómo te vas a enfrentar al día. Una segunda parte es la cognitiva-conductual: cómo me comporto, cómo pienso, adquirir habilidades... Sería todo lo que es la gestión de emociones. Empiezo la sesión con el libro El monstruo de las emociones, que leen los niños de Infantil en el que se les explican las seis emociones básicas y que cada emoción tiene un objetivo que nos va a llevar a adaptarnos a una situación y a llevar una vida equilibrada. Socialmente aún está visto ‘como de débiles’ mostrar emociones, pero eso es negar lo que somos en esencia y negar pistas que nos ayudarían. La tercera parte es la comunicación; muy importante, la verbal y la no verbal: cómo hablar a otras personas e interpretar lo que ellas dicen. Hoy se habla mucho de ello en liderazgo y a directivos, cómo comunican. También incluye los pensamientos automáticos y los esquemas mentales preestablecidos; muchas veces pensamos en negativo y tendemos a sobregeneralizar. Hay técnicas que nos ayudan a reeducar nuestros pensamientos para que sean más positivos. Reestructuración cognitiva se llama, muy importante. También es necesario dormir entre 7-9 horas en el caso de adultos, hacer ejercidio físico, tener tiempo para ti y que sea gratificante, llevar una dieta saludable y tener unas relaciones sanas porque el apoyo social es de lo más importante a la hora de reducir el estrés.