«Es muy agradable pensar que te recuerden, por lo menos con cariño»

Yolanda García Ramos
yolanda garcía MONDOÑEDO / LA VOZ

A MARIÑA

PEPA LOSADA

Tá en Artes y el IES San Rosendo preparan iniciativas de homenaje al artista

16 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

2018 parece que será el año de Puchades. Varios homenajes están previstos en A Mariña al profesor jubilado que formó a toda una generación, saliendo de ella algunos nombres propios y claves del panorama artístico mariñano. Además del Certamen Juan Puchades del IES San Rosendo, centro en el que enseñó a dibujar, la Asociación Tá en Artes prevé llevar a cabo una serie de actividades a modo de tributo al mindoniense. «Juan está viviendo en la gloria... y muy agradecido!», apunta su mujer Alicia. Alumnos y exalumnos están detrás de ambos reconocimientos.

-Es «padre» de numerosos artistas mariñanos, podríamos decir.

-Es muy agradable pensar que te recuerden, por lo menos, con cariño. Es siempre agradable.

-¿Como ve este reconocimiento?

-Con una emoción muy muy buena por eso que has dejado en algún alumno o en algunos... no sé, me parece de gran estima.

-Se merece esos homenajes.

-La verdad es que yo creo que lo mejor que hay en un profesional de la enseñanza y de cualquier otra actividad es cumplir con lo que uno tiene asignado... y nada más. Lo que hice como profesor lo hice pensando en que el alumno es algo que debes cuidar mucho, para que el día de mañana siga tu inclinación. Algunos lo han hecho y esa es la mejor moneda con la que te pueden pagar.

-¿Cómo ve la enseñanza de la materia de artes hoy en día?

-(Ríe) Estoy desvinculado totalmente de todo lo que se hace en la enseñanza hoy.

-¿Tiene nietos?

-Desafortunadamente no. Me gustaría tenerlos... Tengo una hija que siguió e hizo Bellas Artes en Valencia; hizo grabado. Es lo que está haciendo, aparte de que se dedique a la enseñanza. Como no te dediques a la enseñanza, es difícil vivir solo de esto. Yo tuve suerte, porque hice muchos encargos sobre todo para Lugo, muchas imágenes para Burela, Valencia... e hice bastantes bustos. Fui afortunado. Aunque la enseñanza era lo que te permitía hacer cosas que, de no haber tenido ese sueldo, tendrías que haber hecho quizás con repelús.

-¿El último encargo que hizo?

-Un busto para un señor, un emigrante, que hizo las Escuelas de Villaestrofe (Cervo).

-Me cuenta que alumnos suyos acabaron, por ejemplo, diseñando en Cerámica Sargadelos...

-Con Isaac Díaz Pardo tuvimos mucho contacto. Me lo dijo él: ‘Desde que llegaste aquí a Mondoñedo todos los de diseño pasaron por ti’. A mí me fueron a buscar pero les dije ‘yo quiero trabajar a mi aire y dedicarme a mi escultura’. Como ya tenía el sueldo del instituto...

-¿Hizo algún busto «especial»?

-Hice los bustos de las hijas. Y otro a mi mujer cuando éramos novios, en barro, en terracota cocida. Le quise hacer otro más tarde... pero ahora me dice que no quiere hacer más (ríe).