Propietarios de pisos sociales de Ribadeo denuncian problemas de humedades desde hace cinco años

José Francisco Alonso Quelle
JOSÉ ALONSO RIBADEO / LA VOZ

A MARIÑA

J. ALONSO

También dicen que los garajes se inundan y tienen que poner sacos de arena sin que Vivenda dé solución

22 dic 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El edificio de las viviendas sociales de Ribadeo entregado en 2012 en el número 6 de la Avenida Rafael Fernández Cardoso tiene graves problemas de humedades en los pisos que dan a la fachada posterior que no han sido solucionados desde que fueron detectados, al poco de su entrega, hace cinco años. La comunidad de propietarios del inmueble denuncia la situación de indefensión en la que dice encontrarse, y carga directamente contra la responsabilidad del Instituto Galego da Vivenda e Solo.

Dice que el problema derivado de las humedades se está agravando cada día que pasa, ya que si bien el IGVS se comprometió desde el principio a subsanar los defectos detectados, en este caso no se ha hecho. En 2015, el IGVS informó a la comunidad que la Xunta iba a autorizar las obras, reiterándole ésta que se precisaba impermeabilizar la fachada posterior y reparar la cubierta. El 24 de julio de 2015, el IGVS les comunicaba que el gasto había sido aprobado y la obra adjudicada. Pero nada se hizo. En primavera del 2016 Vivenda les dijo que iban a iniciar la actuación, pero que quedaba pendiente de la pertinente licencia.

«La empresa asignada presentó la documentación en el Concello y abonó las oportunas tasas. Desde el Concello les dijeron que tenían que presentar un estudio de seguridad. A fecha actual, más de un año después, la obra sigue sin ejecutarse, y lo que es más sangrante, la única razón es la falta del estudio de seguridad, que puede ser elaborado por la Xunta o bien derivado a un técnico externo. Un documento que se puede obtener en siete días», dice el administrador de la comunidad.

Y añade: «Mientras esto sucede, muchas familias tienen que vivir y dormir en habitaciones con humedades que afectan a la salud, especialmente de los menores». Sostienen, además, que como no se ha actuado, los daños han ido a más, con lo que el presupuesto destinado a la obra previsiblemente no alcanzará para subsanar el problema en su integridad.

Los problemas no acaban ahí. Aluden también a la entrada de agua en garajes: «No es normal que en una obra nueva se inunde la planta de garajes, haciendo inservibles trasteros y aparcamientos, y teniendo que estar los propietarios haciéndose cargo de colocar sacos de arena en la puerta de acceso a las escaleras y ascensores, para que el agua no inunde el foso».