Las monjas de Valdeflores estrenan la campaña de venta de dulces navideños

Lucía Rey
lucía rey VIVEIRO / LA VOZ

A MARIÑA

PEPA LOSADA

La cocina del convento funciona a pleno rendimiento tras superar las desavenencias internas

14 dic 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Parece que la calma ha vuelto al convento de Valdeflores, en Viveiro. Las religiosas han vuelto al obrador después de la tempestad desatada hace varias semanas, cuando se hicieron públicas las desavenencias entre dos grupos de monjas de la comunidad de clausura, en cuya resolución tuvieron que intervenir el Obispado e incluso Roma, y que llegaron a afectar a la salud de algunas de las más ancianas. «Xa empezaron a facer toda a repostería de Nadal», destacó Mercedes Cerrada, la monja que ayer se encargaba de atender la portería. Aunque ella vive en Ferrol, en estos días previos a la Navidad echa una mano en el convento de Xunqueira porque el trabajo se multiplica, y las religiosas dominicas están volcadas en preparar los dulces tradicionales. Turrones de Jijona, yema tostada y chocolate, pan de Cádiz, figuritas variadas de mazapanes, almendrados..., de los fogones del convento dominico saldrán a lo largo de las próximas semanas centenares de kilos de exquisiteces preparadas de manera artesanal y con los ingredientes más naturales, como almendra, manteca, huevo, leche y azúcar. Pero además de los dulces típicos de estas fechas, las religiosas siguen preparando los postres que elaboran por encargo el resto del año, como tartas de almendra, almendrados, o brazos de gitano de crema y nata. Y sin descuidar las cuatro especialidades que son seña de identidad del convento dominico desde hace muchos años: los «bocaditos», «cordiales», «amarguillos» y «suspiros».

Las religiosas atienden pedidos por Internet y vía telefónica

La venta de dulces navideños supone un complemento para la economía del convento de Valdeflores, en el que residen actualmente siete monjas de clausura. Su repostería es conocida y apreciada en toda la comarca e incluso fuera de ella. De ahí que las religiosas atiendan pedidos que les llegan a través de Internet (cvillarprieto@gmail.com) y vía telefónica: 982 560 151.