Más de 600 toneladas del «Prestige» ensuciaron la costa lucense hace 15 años

L.R. VIVEIRO / LA VOZ

A MARIÑA

XAIME RAMALLAL

Limpiaron las playas decenas de voluntarios y más de 800 operarios contratados

14 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Ayer se cumplieron 15 años del naufragio que convirtió al Prestige en un monstruo errante que tiñó de negro la costa de Galicia. Aunque la peor parte se la llevó la Costa da Morte, A Mariña no se libró del desastre ecológico, y más de 600 toneladas de chapapote procedentes del petrolero ensuciaron la costa lucense durante los meses siguientes. Hasta bien entrado el verano del 2003, decenas de voluntarios se sumaron a los más de 800 operarios contratados para limpiar las playas. De ellos, 600 fueron empleados por la Diputación de Lugo, 144 por los Concellos a través de subvenciones del Inem, y más de 70 por Tragsa. En detalle, O Vicedo, Foz, Viveiro y Barreiros fueron los municipios más afectados. «Nas rocas e na praia había bastante chapapote, sobre todo na de San Román, e repartíranse cubos negros e guantes por mediación da confraría, pero vendo o que se vía na tele, pensaba: ‘Que sorte tivemos nós’», recordó ayer el alcalde de O Vicedo, Jesús Novo, que ya entonces estaba en el cargo.

A lo largo del verano siguiente, los bañistas tuvieron que convivir con los minúsculos trozos de fuel que continuaron entrando en arenales como el de O Portelo, en Burela. El primer ataque del fuel a la costa mariñana se había producido el 6 de diciembre del 2002, casi tres semanas después del hundimiento del buque. Hasta entonces, la costa mariñana había contado con un inesperado aliado natural: el cabo de Estaca de Bares, que impidió que las manchas de pichi que flotaban hacia el Este se acercaran a la costa lucense. Cientos de medusas aparecieron muertas sobre la arena, y decenas de pájaros fueron encontrados cubiertos de petróleo. De las más de 6 toneladas retiradas, la flota pesquera recogió 121 en el mar.