«Está bien que los niños aprendan también a coser un botón en clase»

Yolanda García Ramos
yolanda garcía VIVEIRO / LA VOZ

A MARIÑA

PEPA LOSADA

La emprendedora ha cumplido un sueño que tenía desde niña al abrir el comercio

07 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

«Va bien, sin problema. Era algo que estaba meditado y pensado. Ya estaba mentalizada en que había que tirarse a la piscina». Habla Mayte González López en su primer día de apertura en horario comercial de la tienda de mercería creativa Tejiendo Sueños en Viveiro. Con ella cumple un sueño de la infancia, tras haber dejado su trabajo anterior.

-Ha dado un paso importante.

-Yo ya conozco el mundo de las labores porque me dedicaba a ello pero no profesionalmente. Calceto mucho y me encanta este mundo. De pequeñita soñaba ‘algún día tendrá una tienda’ y fue cumplir los 40 y me dije ‘esta es la mía’. Me quedaban por hacer muchas cosas que no había hecho antes. Como le oyes a laguna gente, me apetecía un cambio. Independientemente de que no fuese buen momento para montar un negocio, tenía que arriesgarme. Si no pruebas, no lo sabes.

-Creo que el 99,9% de su clientela va a ser femenina.

-Probablemente sí.

-¿Se siguen asociando las labores a una actividad de mujeres?

-Sí, aunque hay hombres a los que les gusta opinar sobre las labores, por ejemplo a la hora de escoger un hilo, el color...

-¿Quizás en una ciudad es más fácil que ellos se animen más?

-Aquí estamos en una zona donde los hombres tienen mucho donde entretenerse, porque tienen pesca, ganadería, pasear al perro, jugar a la partida... otras cosas. En Madrid, adonde sigo viajando porque viví allí y me gusta, hay una tienda que se llama La Laborteca y ves hombres que calcetan y hacen labores. Pero Madrid es una gran ciudad.

-En los colegios vuelve la costura como actividad extraescolar.

-Sí, ahora en los coles dan costura. En mi casa de Bravos hay un cuadro de un coche hecho por mi hermano, a medio punto, de cuando él iba al cole. Se está recuperando como actividad extraescolar y pienso que está bien que haya esa opción igual que deportes, etc... Está bien que los niños aprendan a coser un botón y no le lleven el pantalón a mamá.

-Qué diferencia hay entre esta tienda de mercería creativa y otra de las convencionales?

-Pues es como el ketchup y el tomate frito. Se llama mercería creativa simplemente porque no tengo nada de lencería a la venta y aquí se dan clases. Tengo lanas, telas, hilos, perlés y un aula con profesores para dar clase. Es lo que tiene de diferente.

-Se recuperan las manualidades en un momento, sin embargo, muy tecnológico, ¿verdad?

-En Galicia los inviernos son muy largos y hay que buscar una actividad que se puede compagnar con tomar un café, relacionarse... Abrir esta tienda es el sueño de mi vida. Desde niña he querido tener una mercería.

-¿En alguna labor tuvo que invertir mucho tiempo para crearla?

-Yo no sé coser a máquina ni me gusta. Me gusta coser a mano. Todas las labores que he hecho me han gustado pero en todas te queda por hacer. Las primeras fueron unas chaquetitas de bebé que regalé a una madre pero las quiso para el bautizo y como bautizó a los niños de más mayores tuve que volver a hacerlas.

-Hacer una labor requiere concentración. Es como hacer meditación o terapia anti-estrés.

-El que hace labor no necesita tratamiento para la depresión. Lo dicen las profesoras de labores, pues yo también soy alumna.