Los emigrantes sufragaron otros en Viveiro, Cervo, Ribadeo, Trabada, Barreiros y Mondoñedo

La Voz

A MARIÑA

01 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Además del de Xerdiz, en A Mariña hay varios cementerios construidos con financiación privada de emigrantes o de sus sociedades.

El de Magazos (Viveiro) se levantó mediante una cuestación que tuvo en Antonio Pernas, un emigrante enriquecido en Cuba, su promotor y principal donante.

En San Román de Vilaestrofe (Cervo), una placa de 1927 dice que el camposanto y su capilla, dedicada a la Virgen del Carmen, fue «construido a expensas de las damas argentinas Lucía Canosa y Argentina Conti», esposas de los filántropos locales Manuel Candia y José Alvarez, respectivamente.

El hacendado del tabaco, Inocencio Aguiar, regaló el cementerio y la iglesia de Rinlo y el indiano, luego alcalde de Ribadeo, José Acevedo Martínez, contribuyó decisivamente a la edificación del de A Devesa.

En la capital municipal fueron los hermanos Pedro y Juan Moreno Ulloa, enriquecidos en Puán (Argentina) con negocios de ganadería, los que facilitaron terrenos para el camposanto y construyeron su capilla y cierre. El Concello los declaró Hijos Predilectos en 1932.

El cementerio de Trabada fue levantado en 1918 -según Chemi Lombardero en La huella de la emigración a América- con aportaciones de Manuel Martínez Moíño y su esposa Inocencia Rego (1.250 pesetas), Jesús Romeu Moíño (500) y José Mª Valea Maseda (500). Y el de Benquerencia (Barreiros) en 1920 gracias a las 3.500 pesetas concedidas por Ramón Larrea, rico propietario de Cuba.

Hijos de Mondoñedo en Argentina costeó en 1921 el mausoleo de Leiras Pulpeiro y los mindonienses en América aportaron las placas de las tumbas de Leiras y Pascual Veiga en 1925.