Primeros pasos para editar una guía sobre especies marinas de A Mariña

María Cuadrado Fernández
m. cuadrado FOZ / LA VOZ

A MARIÑA

CAS COSTA LUGO

La firma Maremasma sigue recabando datos y material gráfico, y realizó otra inmersión al pecio «Carabeka VIII»

23 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Ocio, investigación y estudio pueden ir de la mano. Lo demuestran en cada inmersión submarina los participantes que se suman a las actividades que programa Maremasma, firma focense que organiza actividades educativas y de turismo activo. El pasado día 13 un grupo de submarinistas participaron en una nueva expedición al pecio Ms Carabeka VIII, un mercante holandés que se hundió en 1982 en las inmediaciones de Os Farillóns (San Cibrao). Carlos Gil, biólogo marino y miembro de Maremasma, explicó que ésta es una inmersión especial al centrar la actividad en la observación y estudio de los restos de un naufragio.

En la inmersión, en la que los buceadores se adentraron hasta unos quince metros de profundidad, pudieron comprobar que el barco, de unos ochenta metros de eslora, está bastante desplazado. Faltan piezas de metal y quedan a la vista partes de la estructura, del casco y de la cubierta. Con el paso de los años los restos del carguero han ido formando una especie de arrecife artificial dando cobijo a gran variedad de especies de peces, crustáceos y de flora marina. «Es un privilegio poder contemplar como entra la luz entre los espacios del barco», explica Gil. Documentos gráficos y la información que manejan en base a las inmersiones en este y en otros espacios les permiten seguir avanzando en un nuevo proyecto que tienen entre manos: la edición de una guía de especies de A Mariña. «Nuestra idea no es la de hacer un registro completo, pero sí una guía interpretativa con las especies más comunes que nos encontramos en la costa de A Mariña». La zona que más han estudiado por ahora la de la costa de Foz y Barreiros, e incluso hasta As Catedrais y San Cibrao. «Creemos que hay zonas muy importantes desde el punto de vista biológico por las especies que viven en ellas», explica Gil, quien asegura que la atracción por descubrir espacios menos conocidos cautiva a submarinistas que llegan desde Asturias, Rías Baixas...