La marca blanca que San Bartolo dejó en la capilla de Allande tras el incendio

claudia granda / s. c. VEGADEO / LA VOZ

A MARIÑA

DANIEL GAYOSO

La talla del santo quedó hecha cenizas y, curiosamente, en la pared toda negra permanece la marca blanca de su imagen

21 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Cornollo es uno de los pueblos de Allande, en el vecino Occidente astur, límite con la provincia de Lugo, que tal como les hemos contado en La Voz A Mariña días atrás ha sufrido la furia de las llamas durante el pasado fin de semana. Su pequeña capilla no soportó la rabia del fuego y se volatilizó.

En dicha capilla reposaba la talla de madera de San Bartolomé o San Bartolo, patrón de los que trabajan con pieles. Las llamas no fueron compasivas con el santo, que se redujo a cenizas junto con el altar y el resto de figuras y flores. Todo quedó en nada, como se ve en la imagen, una capilla calcinada.

Extraño y curioso

Una vez el fuego dio tregua y dejó ver el resultado de tal desastre, algo llamó la atención dentro de la capilla que San Bartolo custodiaba en Allande.

La pared en la que se sostenía fue la única de la capilla en permanecer en pie. Y ahí en medio, donde en su día reposaba el santo, apareció una mancha que bien podría ser su sombra. Una misteriosa mancha blanca que llama la atención. Porque el fuego dejó la pared de la capilla llena de hollín, completamente negra, excepto donde se encontraba la figura de San Bartolomé.

Una nueva leyenda

Este hecho curioso está creando, tal vez, una nueva leyenda en torno a San Bartolo, o San Bartolomé como se le conoce entre los asturianos.

Un pueblo entero arrasado, Cornollo, situado a unos 50 kilómetros de los límites con Galicia, quedó casi arrasado por el fuego. La entrada al pueblo cubierto de escombros ya daba testimonio del auténtico desastre.

Además de la capilla, dos de sus siete viviendas quedaron reducidas a escombros y otras dos resultaron dañadas. También cinco paneras y dos garajes, además de lanchas, coches y material agrícola valorado en 20.000 euros.

Un ganadero hospitalizado

Material que José Manuel Pérez, ganadero de Cornollo, trató de recuperar de su garaje devorado por las llamas. También quiso liberar a su ganado, atrapado en el fuego. Así se abrasó las manos, teniendo que ser hospitalizado. También le han quedado secuelas en los ojos, que apenas puede mantener abiertos.

Uno de los desastres que causó el fuego el pasado fin de semana y a lo largo de los primeros días de ésta en Asturias, también en el Occidente, y en toda Galicia, también en la provincia de Lugo.

Un desastre difícil de reparar. Muchas pérdidas, demasiadas, muchas vidas detrás.