Viveiro quiere seducir a los turistas del segundo crucero que atraca en Celeiro

La Voz VIVEIRO / LA VOZ

A MARIÑA

PEPA LOSADA

Los 150 pasajeros del «Bremen» conocerán parte del municipio en unas seis horas

06 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Si se cumplen las previsiones, mañana atracará en Celeiro el segundo crucero turístico que recala en el municipio de Viveiro. Procedente del puerto francés de Lorient, el Bremen llegará con 150 pasajeros, casi todos europeos. Y el Concello de Viveiro, en su permanente apuesta por captar visitantes, mimará a los cruceristas, tratando de seducirlos para que difundan los alicientes del municipio.

Con 112 metros de eslora y una tripulación de 99 personas, el Bremen ha cambiado los planes iniciales y su parada en Viveiro está previsto que se prolongue unas cinco horas, de ocho de la mañana a una de la tarde.

En principio, para los cruceristas se ha diseñado un programa con el que se pretende que disfruten de su estancia. Alrededor de las ocho de la mañana está previsto el atraque en Celeiro. En torno a las nueve de la mañana, autoridades locales recibirán oficialmente en el puerto a los pasajeros y a los mandos de la tripulación. Después se desplazarán hasta el centro histórico de la ciudad, donde podrán disfrutar de una visita guiada, así como al monte San Roque, con intención de que descubran las espectaculares vistas que pueden observarse de Viveiro desde ese mirador natural.

Y antes de la una de la tarde, cuando está previsto que el Bremen zarpe de Celeiro, en el muelle les ofrecerán una actuación de música y baile tradicional. Además, el Concello, a través de la concejalía de Turismo, agasajará a los cruceristas con material promocional de Viveiro.

Antes de este pequeño crucero de lujo, Viveiro ya recibió a otro, el Europa, que hizo escala en octubre del 2013, con más 420 y 280 tripulantes y durante más tiempo. El Europa medía 198 metros de eslora.

El Bremen inició su travesía en Escocia, hizo escala en Hamburgo y Lorient y, cuando mañana zarpe de Viveiro, navegará hacia el puerto pontevedrés de Marín, para continuar desde allí rumbo a una localidad portuguesa.

Gestiones del Concello y del práctico Andrés Díaz hacen posible que recale en la ciudad.