«Non chegaron a nada os 500 tickets para as cestas», sostienen desde A Sucadoira
25 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Sin los mercados tradicionales de domingo Ribadeo se queda un poco huérfano. Son uno de los grandes reclamos y atractivos del verano, como bien saben desde el Concello y desde la asociación local de productores de huerta A Sucadoira, que impulsaron la quince edición de la Feira da Horta que ayer se celebró con éxito y sirvió como colofón a los domingos estivales, que se desarrollaron desde junio.
«Non chegaron a nada os 500 tickets que repartimos para as cestas repletas de produtos de horta, de queixo, mel... que sorteamos entre os que fixeron as súas compras», reconocía a primera hora de la tarde Ana Díaz, presidenta de A Sucadoira. Satisfecha con el resultado de la jornada, destacaba el éxito de público y la buena acogida de las actividades complementarias incluidas en el programa de la feria. Díaz aseguró que, tanto a la feria de ayer como a los mercados de los domingos de verano, se acercaron vecinos de Ribadeo y también de concellos del entorno.
Aunque en su día la asociación estuvo integrada por veinticinco productores, hoy en día son doce los que forman parte de un colectivo de agricultores de diferentes parroquias de Ribadeo.
Pimiento de Piñeira
Desde el Concello ribadense saben del potencial del sector: «Desde hai moitos anos temos unha identidade importante coa horta nesta zona. Falamos por exemplo do pemento de Piñeira, que é unha variedade única nesta zona por textura, por olor e por sabor», reconocía la edila de Desenvolvemento Local, Ana Martínez, que en días pasados declaró la apuesta municipal por el rural: «Nós cremos que temos un rural polo que hai que apostar. Ribadeo ten un potencial importante, ademais de no turismo tamén no medio rural, na horta». Además de ribadenses, en estos mercados participan productores de la zona, con variedad de vinos, cerveza, miel, castañas, chocolate... Excelentes ocasiones para comprar calidad y sin intermediarios.
Aunque la mañana de ayer fue una buena ocasión para llenar la nevera y la despensa, los más pequeños de la casa pudieron participar en un obradoiro de compostaje, y los adultos más atrevidos aprendieron a elaborar mosto. No faltó la música en el entorno de la plaza de abastos. En la feria de la huerta.