Subasta de vacas sobre moqueta verde en Barreiros

José Francisco Alonso Quelle
josé alonso BARREIROS / LA VOZ

A MARIÑA

Pepa Losada

Ganadería Nodi organizó un acto inédito por sus características en España, que resultó un éxito

24 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Unos 150 ganaderos procedentes de diversos puntos de España y Portugal se citaron ayer en la Ganadería Nodi, en Vilamartín Grande (Barreiros para asistir a una subasta singular, habitual en países como Canadá o Estados Unidos, pero pionera por sus características en España, de 30 vacas de un elevado valor genético, mejoradas con cada descendencia y acreditada en premios en prestigiosos certámenes ganaderos.

Nodi, una de las granjas más laureadas de Galicia, va a dejar de ordeñar y producir leche. Alfonso Balsa, su titular, se jubila. Su esposa, Josefa, seguirá exclusivamente con la recría hasta que llegue su jubilación. Y sus dos hijos. Noel y Diego, artífices del despegue de Nodi, tienen otros trabajos vinculados al sector agrario que les impiden dedicarse por completo a la explotación ?«e unha granxa como Nodi, tal e como está concebida para buscar a mellora xenética, así o esixe», razona Diego Balsa?.

¿Qué hacer con sus mejores ejemplares, con el fruto de tantos años de trabajo? Subastarlos. Y ayer se hizo. A lo grande, un reflejo de la profesionalidad que ha caracterizado la trayectoria de esta explotación: «Se queres comprar uns Lewis non vas ao mercado. Pois con isto igual», explicaba Diego Balsa. Y los que acudieron ayer a Vilamartín Grande se encontraron con amplias zonas de aparcamiento, una carpa, un suelo con moqueta por donde desfilaban las vacas con música de fondo, un escenario adornado con floreros y árboles, con pancartas de publicidad y todo lujo de detalles. No faltaron dos subastadores que elogiaban las características de cada ejemplar, con un entusiasmo a veces a duras penas contenido, que resultó muy eficaz, pues animaban las pujas de los postores.

Salió la primera vaca. «¡Qué estructura lechera! ¡Qué ubres! ¡Y qué patas! Es todo un pedigrí de altísima genealogía», elogió uno de los subastadores, para sentenciar: «¡Qué tremendo animal!». Su precio de salida fueron 1.800 euros. Las primeras pujas se hicieron esperar, pero se animaron hasta llegar a los 2.250 euros de precio final. Salió la segunda vaca, realmente bonita, como todas elegante en el paso, acreditando su excelente raza y genética. Su precio de salida, 1.600 euros. El subastador, tras exponer su genealogía, concluyó, con elocuente convicción: «Este animal lo tiene todo. ¡Qué más se puede pedir!». El precio, en pujas que subían de 50 en 50 euros llegó hasta los 2.450. Los ganaderos echaban cuentas, comentan, sonreían. Entre ellos no faltaban los que reconocían que habían acudido a curiosear. La tercera vaca salió con un precio de 1.900 euros y llegó a los 2.550. Por delante quedaba una larga tarde de pujas. Entre bastidores, Diego Balsa se mostraba satisfecho del éxito de la subasta, aunque no ocultaba sentir «un pouco de pena» al desprenderse de unas vacas de altísima calidad que son el ejemplo de lo mucho que puede dar de si el campo gallego.

Vendidas todas las reses, a una media de 2.580 euros por ejemplar y un máximo de 4.200

Todas las vacas y terneros sacados ayer a subasta se vendieron. El éxito fue pues, total. El precio medio fue de 2.580 euros y lo máximo que se pagó fueron 4.200 euros por una vaca. Por el ternero más valorado se pagó 2.050 euros. Cifras que hablan de la categoría del ganado.