Manuel Albo, el médico de Viveiro que tiene un busto y una avenida en Montevideo

La Voz

A MARIÑA

FERNANDO MAÑÉ

Está considerado como uno de los grandes cirujanos de la historia de Uruguay y creador de una saga médica

17 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

A la entrada del hospital central de la Asociación Española de Socorros Mutuos de Montevideo, La Española, en el céntrico bulevar Artigas, hay un busto del escultor Pablo Serrano dedicado al director y más grande impulsor de esa sociedad médica. Y un poco más allá, cerca del Ministerio de Defensa, bordeando el Parque Batlle y el Estadio Centenario, se halla la gran arteria urbana que conecta las grandes avenidas de Italia y del 8 de octubre.

Los dos _el busto y la avenida_ perpetúan en la ciudad de Montevideo el nombre de un viveirense ilustre, Manuel Albo Carballeira, médico, profesor y político, considerado como uno de los más grandes cirujanos de la historia del país, creador de una saga médica y persona siempre solidaria con sus paisanos emigrantes.

Adoptado por su tío

Nació en Xunqueira (Viveiro) el 7 de mayo de 1886 y su tío paterno, Isidro Albo, que entonces era comerciante en la localidad de Santa Lucía, lo llevó al Uruguay en 1891 cuando acababa de cumplir cinco años. Su tío estaba casado con una uruguaya, con la que no tuvo hijos, y adoptó a Manuel. Primero le dio una amplia educación en la escuela local y luego lo internó en el Seminario de Montevideo donde completó su educación pre-universitaria. A los 19 años ingresó en la Facultad de Medicina donde compaginó sus estudios con el cargo de profesor de la Escuela de Enfermeros que obtuvo en un concurso público y que le permitió disponer de recursos propios al tiempo que estudiaba. Por ese tiempo, Albo tenía tal prestigio entre los profesores y entre sus compañeros de estudios que, cuando se celebró en Buenos Aires el primer Congreso Americano de Estudiantes él fue elegido delegado uruguayo por los estudiantes de Medicina con un nombramiento plebiscitado y obtenido por unanimidad.

Su brillante currículo académico le posibilitó obtener en 1911 la beca que, cada dos años, concedía el Ministerio de Relaciones Exteriores al mejor estudiante de todas las facultades y, a través de ella, pudo visitar, y aprender, las mejores clínicas de Francia, España, Inglaterra y Estados Unidos.

Ese viaje fue muy importante para él pues, a su regreso, según recuerda el doctor Julio Nin y Silva, que fue su compañero y amigo, se incorporó como médico interno en el Hospital Maciel y formó parte del famoso Cuarteto de Urgencia que, en 1920, cuando Albo tenía 34 años, inició en Uruguay el servicio de urgencias médicas.

Fue titular de la Cátedra de Medicina Operatoria de la Facultad de Medicina de Montevideo, dos veces diputado por el Partido Blanco en los periodos legislativos entre 1923 y 1931 y prestó sus servicios también en el Hospital Pasteur, la Clínica Lamas y, sobre todo, en el sanatorio de la Casa de Galicia, del que fue director, y en el hospital central de La Española.

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Su esposa, Luisa Volonté, fue la octava mujer médica de Uruguay y su hijo, Medalla de Oro de su generación

Manuel Albo Carballeira se casó en Montevideo con la doctora Luisa Volonté Lalinde, de origen italiano aunque nacida en Florida (Uruguay) el 3 de septiembre de 1894, hija de Domingo y Juana.

Según Milton Rizzi en su libro La mujer en la Medicina del Uruguay, Luisa Volonté fue de las primeras mujeres médicas de ese país, pues se licenció en noviembre de 1921. Se dedicó a la Ginecología y prestó servicios en el Hospital Pereyra Rosell, en la policlínica del Sanatorio de Obreras y Empleadas y en Hospital Pasteur de cuya Maternidad era responsable. Era miembro de la Sociedad Ginecológica y profesora de la Escuela de Parteras.

De su matrimonio con Manuel Albo tuvo dos hijos, una muchacha fallecida en 1934, un año antes que su padre, y un varón, Manuel, que nació en 1932.

Manuel Albo Volonté se licenció en en Medicina en 1959 y por su brillante currículo obtuvo la Medalla de Oro de su generación de la Facultad de Medicina. Se especializó en cirugía colo-rectal en el Hospital St. Mark´s de Londres y fue durante años Jefe de Cirugía de la Asociación Española de Socorros Mutuos, que tanto impulsara su padre, y cirujano del hospital de Casa de Galicia.

Además, colaboró con las clínicas de los profesores Juan Carlos del Campo, Héctor Ardao y Luis A. Praderi con los que compartió docencia en la Facultad de Medicina de Montevideo.

Manuel Albo Volonté -que hoy vive jubilado en la ciudad de Punta del Este- se casó con Mirtha Donaley, graduada en Enfermería, que trabajó en el departamento de Emergencias del Hospital de Clínicas Manuel Quintela y en el sanatorio IMPASA, ambos de Montevideo.

Castelao y el homenaje de la Casa de Galicia en 1947

El doctor Albo fue un hombre muy querido por su compromiso y solidaridad con el país y con el colectivo emigrante. Murió en 1935, a los 49 años, tras contraer una septicemia al realizar una operación en el hospital de la Asociación Española de Socorros Mutuos. Su muerte fue todo un duelo nacional.

La Sociedad de Cirugía Uruguaya lo definió como “un hombre dotado de atributos que excepcionalmente se ven reunidos en una persona: inteligencia extraordinaria, carácter inquebrantable, intransigente con el mal y la mentira, valiente y bondadoso, demócrata sincero, modesto al máximo y, tras una aparente hosquedad, un ser afable y generoso”.

Fue reconocido por todos. La Facultad de Medicina dio su nombre a un premio de investigación. La Municipalidad de Montevideo denominó Avenida del Dr. Manuel Albo a una céntrica arteria en el entorno del emblemático Parque Batlle. Y los emigrantes gallegos lo distinguieron sin fisuras.

La Española -de la que había sido director y principal impulsor- le dedicó un busto en su hospital del Boulevar Artigas. La asociación -que fue en 1853 la primera mutua de América- hoy es una referencia en tecnología y calidad de servicios.

Cuenta con 187.000 afiliados y ocupa a 8.000 trabajadores en un sanatorio de 600 camas y una red de 19 centros médicos. Su Servicio Oncológico está dirigido por el actual Presidente del Uruguay y reconocido doctor, Tabaré Vázquez, ourensán de origen, que en su anterior etapa como presidente -de 2005 a 2010- no dejó ni un dia sin atender a sus pacientes…

Por su parte, la Casa de Galicia -cuyo sanatorio Albo dirigió sin cobrar- le dio un gran homenaje en 1947 en el que participó Castelao, a su regreso de Francia, y quién fuera presidente del Consello de Galicia, Alonso Ríos.

Casa de Galicia

La Casa de Galicia, fundada en 1917, tiene hoy 50.000 socios y ocupa a 5.000 trabajadores. Dispone de un hospital de 400 camas en la avenida de Millán, en el barrio de Prado, y seis policlínicas zonales, cuatro en Montevideo y dos en Canelones y Las Piedras.