La flota de Cedeira apura la costera del bonito y las ventas en la lonja bajan

ana f. cuba. CEDEIRA /VIVEIRO / LA VOZ

A MARIÑA

JOSÉ PARDO

La facturación global de la rula ha caído cerca de un 15 % en lo que va de año

14 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

«Se non se pesca máis ao mellor tamén é culpa nosa, porque somos unha flota volanteira, que non estamos acostumados a ir ao bonito, e aínda que imos collendo experiencia e aprendendo, sempre nos aparecen inconvintes», reconoce un armador cedeirés, que estos días apura la costera del bonito, igual que el resto de la flota cedeiresa. «Lo nuestro no es porque no haya bonito, es que no es nuestra pesquería», coincide la patrona mayor de la cofradía local, Lucía Villar. Señala, no obstante, que la campaña «está siendo normalita, va bien, algo mejor que el año pasado».

Sin embargo, las estadísticas recogidas por Pesca de Galicia reflejan una caída de las ventas de bonito en la rula de Cedeira. El año pasado por estas fechas se habían comercializado 110.572 kilos de este túnido, con una facturación de 455.368 euros (el precio medio era de 4,12 euros, con máximos de 12,10 y mínimos de 0,95). Y en lo que va de campaña, en la lonja se han subastado 82.401 kilos, por 369.875 euros, cerca de un 15 % menos que en el período anterior, con un precio medio algo superior, de 4,49 euros el kilo, un máximo de 10,90 y un mínimo que se situó en 0,90.

Esta diferencia puede derivarse, como apunta la presidenta del pósito, a que el año pasado vendieron dos barcos de fuera en la rula de Cedeira, mientras que en esta temporada solo lo ha hecho uno. En cuanto a los barcos de la flota local, alguno también ha optado por otros puertos para comercializar sus capturas.

Con la excepción del Siempre Benyjor, el primer pesquero cedeirés que zarpó para participar en la costera del bonito, a finales del mes de mayo, los otros cinco volanteros y los dos palangreros que comenzaron la campaña continúan faenando. «Van a intentar otra marea más», confirma la patrona mayor, pendiente de que la Secretaría General de Pesca redistribuya la cuota de merluza sobrante, si existe, entre las distintas flotas que operan en el caladero Cantábrico Noroeste. «Confiamos en que lo hagan y nos corresponda algo más de cuota para lo que queda de año, una vez que se remate la costera del bonito», recalca. De lo contrario, advierte, «algún barco irá a los rascos y otros optarán por amarrar, porque en la cofradía apenas queda cupo». Las cuotas continúan siendo el principal caballo de batalla del sector pesquero en Cedeira.