Dos vecinos de Tapia y Ribadeo sufrieron mordeduras de serpientes

La Voz TAPIA / LA VOZ

A MARIÑA

PEPA LOSADA

Luis Laria, del Cepesma, lanza un mensaje de tranquilidad recordando que «es más difícil que nos muerda una víbora a que nos pique una avispa»

31 jul 2017 . Actualizado a las 11:30 h.

Los casos de mordedoras de serpiente que fueron noticia hace unas semanas en Galicia (también en A Mariña lucense) se han reproducido estos días en Asturias, a raíz de que un niño madrileño de 10 años tuviese que ser ingresado el jueves en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), en Oviedo, tras haber sido mordido por una víbora mientras realizaba una ruta senderista con su padre por la sierra del Sueve. No es un caso aislado. La media de mordeduras de serpiente en Asturias, según un informe elaborado por el Instituto de Salud Carlos III, es de siete al año, que suelen concentrarse en esta época por ser cuando las personas están más en contacto con la naturaleza y por ser cuando estos ofidios están más activos por las altas temperaturas. Uno de los grandes expertos en oficios en Asturias reside en el Occidente, en Valdés. Es Luis Laria, director del Cepesma y del Parque de la Vida, donde cría varias serpientes que muestra y deja tocar a los visitantes. Acude a retirarlas donde le llaman y explicó que en los últimos días recibió dos llamadas de Ribadeo y Tapia de personas que le informaron de haber sufrido mordeduras

Ante esta situación, Luis Laria, hace un llamamiento «a la cautela y a la calma» porque asegura que el que se dieran estos casos de mordeduras en Asturias en un período tan corto de tiempo es «una coincidencia» ya que la población de víboras «es la misma que en otras zonas del norte de la península».

Actuar con tranquilidad

Encontrarse con una culebra, y más si es un víbora, es una situación que a la mayoría de las personas le puede causar un susto de los que quitan la respiración por unos segundos. Sin embargo, Luis Laria manifiesta que es «lo normal» en los períodos de calor y que, por tanto, «no debe cundir la alarma» por mucho que se haya conocido que en los últimos días tres personas han tenido que ser atendidas por mordeduras de serpiente en el HUCA. Además, él mismo ha trasladado que también en estos días recibió otras dos llamadas, una desde Tapia de Casariego y otra desde Ribadeo, explicándole dos personas que también habían sido picadas por serpientes, aunque en esos casos no requirieron atención médica puesto que cuando se percataron de la mordedura ya habían pasado varias horas y no tenían ningún malestar.

No obstante, el director del Parque de la Vida recomienda que si en el momento de la mordedura se identifica que es una víbora o, por el contrario, se desconoce qué nos la ha producido, se debe acudir a un centro de salud «para que estén pendientes de la evolución de la herida». También señala que «si lo que nos pica es una culebra, no pasa nada, y hay que olvidarse de ello».

Incidencia en Galicia

Según un estudio de la Agencia de Evaluación de Tecnologías Sanitarias del Instituto de Salud Carlos III, entre 1997 y 2009, Galicia se situó como la tercera comunidad española donde se registraron más mordeduras de serpiente, con un total de 203. A la cabeza se situó Cataluña, con 302, seguida de Castilla y León, con 270. En esos siete años, en Asturias se contabilizaron 84 mordeduras.

En todo el territorio español se registraron en ese período un total de 1.649 casos, de los cuáles solo el 1 % resultó mortal. El segmento de edad más afectado son los adolescentes, «quizás por inmadurez», indica el Instituto de Salud Carlos III. Este sector, junto con los niños, representan el 31 % del porcentaje total de mordeduras. La media de España se situó entre en 130 mordeduras anuales, frente a las 380 de Francia o a los 160 de Polonia.

Laria: «Es más difícil que nos muerda una víbora a que nos pique una avispa»

«Es más difícil que nos muerda una víbora a que nos pique una avispa». Lo afirma Luis Laria. Pero, ¿cómo distinguir si ha sido una víbora o una culebra? Laria explica que es clave fijarse en los ojos del animal: «Las víboras tienen la pupila fragmentada, igual que los gatos durante el día, mientras que todas las culebras tienen la pupila redonda».

Además, las víboras tienen otras particularidades, como la cabeza de forma triangular, el color de la misma o incluso el tamaño del animal también puede dar pistas sobre si es víbora (venenosa y que puede atacar a los humanos) o culebra (no venenosa e inofensiva). Estos son los dos tipos de serpientes que se dan en la zona del cantábrico y que nos podemos encontrar principalmente en la naturaleza, aunque en ocasiones también aparecen en lugares domésticos. «Cuando vamos al monte pensamos que vamos a una zona inocua, pero hay que ser conscientes de a donde vamos y tener ciertas precauciones», señala Laria. También considera fundamental estar alerta «a donde ponemos las manos, si hay zonas de roca, paredes de piedra… Antes de posar una mano hay que mirar porque la víbora está en su mundo y si ataca es porque se ve amenazada».

En cambio, las culebras no suelen atacar pero si por cualquier razón sufriéramos su picadura y se tiene claro que es una culebra, «no pasa nada, esa herida no significa nada», tranquiliza Luis Laria, que advierte que con estas noticias de picaduras de víboras «las culebras lo están pagando porque se están matando a todas».