Las orquestas París de Noia y Panorama atraen esta noche a más de 15.000 personas hasta la parroquia focense
22 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Según datos del Concello de Foz, la parroquia de San Martiño de Mondoñedo tiene una población de 674 habitantes. Esta noche, esa cifra se multiplicará, al menos, por 20, pues se prevé que la gran verbena que enfrenta musicalmente a dos de las orquestas más reputadas de Galicia, atraiga a unas 15.000 personas.
Muchos de esos visitantes acamparán además cerca del campo de la fiesta. Aunque para las 23 horas estarán listos para disfrutar del gran duelo musical de las verbenas gallegas. A esa hora dará su primer pase la París de Noia, mientras que la Panorama se encargará de cerrar, a las seis de la madrugada, tras dos apariciones alternas de cada una.
Las fiestas del Carmen de San Martiño, que comenzaron ayer, seguirán desde el mediodía con misa y luego sesión vermú a cargo de Fénix. Mañana terminarán.
Dejar el coche en casa, lo más cómodo gracias al servicio de buses desde toda la comarca
Para desplazarse a la verbena, se ha habilitado un servicio de autobuses con varias trayectos, a tan solo un euro por viajero. A las 22 horas parten las líneas Viveiro-Xove-San Cibrao-Burela, Mondoñedo-Lourenzá-Alfoz-Valadouro y Vegadeo-Ribadeo-Villaframil-A Devesa-Reinante-San Miguel-Barreiros. Mientras, desde las 23 horas hay bus continuo desde la explanada portuaria de Foz.
Un recinto protegido con más vigilantes privados y estrictas medidas de seguridad
San Martiño se blinda para acoger por octava vez consecutiva el duelo París de Noia-Panorama. En el recinto situado en la parroquia focense se espera que se concentren, al menos, 15.000 personas. Algo que hace que los organizadores, de la Asociación Cultural Virxe do Carme no escatimen en esfuerzos para garantizar la seguridad y el disfrute de todos los asistentes.
Según anunció el presidente del colectivo, José Saá, el número de vigilantes privados crece un 60 %: de 10 a 16. Y además contarán con ambulancia y hospitalillo. Guardia Civil, Policía Local y Protección Civil tampoco negociarán esfuerzos para controlar el entorno de lo que debe ser una de las fiestas más divertidas del verano para los jóvenes, y no tan jóvenes, mariñanos y turistas.