Exhaustivos controles en los accesos a Viveiro, en la ciudad y en el recinto del festival

La Voz VIVEIRO / LA VOZ

A MARIÑA

PEPA LOSADA

Aseguran una altísima seguridad en el Resurrection Fest

07 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Durante todos estos días las fuerzas del orden están realizando exhaustivos controles en los accesos a Viveiro, en la propia ciudad y también en el recinto del festival. En la carretera de la costa hay controles diarios en los automóviles, especialmente de jóvenes que se dirigen a Viveiro a participar en el Resurrection Fest. También desde Vilalba hacia Viveiro hay registros. Las medidas de seguridad y prevención continúan además en todo Viveiro, principalmente en las zonas de mayor afluencia y aglomeración (donde previamente se han tomado también medidas, como colocación de grandes bloques de hormigón en las aceras o grandes sacas de arena a lo largo de todo el paseo marítimo).

El propio recinto del festival también se inspecciona, incluso con perros adiestrados. Se realizan controles de drogas en toda el área de Viveiro y hasta de explosivos en el recinto de Lavandeiras. Unas medidas de seguridad rígidas para garantizar el desarrollo normal del festival; el Resurrection Fest tomó unas dimensiones enormes, alzándose entre los mejores festivales de Europa en música extrema, y las medidas de seguridad han de ser acordes.

Algunos asistentes, desplazados en bus por una nueva avería del tren

En la tarde de ayer algunos amantes de los ritmos musicales más extremos que se desplazaban a Viveiro para disfrutar del Resurrection Fest se vieron afectados por un nuevo problema en la línea de tren Feve Oviedo-Ferrol. Una nueva avería que Renfe hiciese los desplazamientos por carreteras, en autobús, con un considerable retraso.

Según explicaba un testigo presencial que iba a coger el tren en San Cibrao para desplazarse a Viveiro, a la estación de la localidad cervense no llegó ninguna locomotora y sí lo hizo, con media hora de retraso un autobús lleno de «resus». Solo quedaban cuatro sitios libres que se cubrieron en ese apeadero, y muchos asistentes al festival se quedaron esperando a la llegada de un nuevo autobús.