Tras ganar su tercera Copa Diputación seguida, ahora con el Lugo B-Polvorín, el ourolense se dará un respiro antes de resolver su futuro deportivo
29 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Tras once meses de competición culminados con la conquista de la Copa Diputación, para él la tercera consecutiva, Óscar Rivas tiene bien merecido un descanso. Y se lo va a dar, admite, antes de empezar a pensar en su futuro futbolístico. El mediocentro ourolense cuenta que sobre la mesa hay varias posibilidades, aunque todavía no ha comenzado a meditarlas.
No descarta quedarse otro curso en el Lugo B-Polvorín para reintentar el ascenso a Tercera División, ni hacer las maletas e irse a un conjunto de superior categoría, ni tampoco volver a casa, a un Viveiro con el que dice, «de momento», no ha habido contactos: «De momento vou desconectar, deixar de pensar no fútbol uns días. Pero, por suposto, se me chama o Viveiro sempre estou disposto a escoitar. É o meu club de sempre».
El jugador ourolense, de 25 años, abandonó Cantarrana el pasado verano para probar suerte en el filial del CD Lugo, y su temporada, dice, ha sido «máis ca produtiva»: «En contra do que moitos pensan, non había a presión de ascender desde o club, anque coas xornadas foise vendo que había plantel para logralo. Foi un ano de formación, cun 60 % do equipo procedente do xuvenil, e loitamos o ascenso a Terceira ata a última xornada e conquistamos a Copa».
Para él, tras dos con el Viveiro, el campeonato provincial que consiguiern el domingo en Cantarrana (2-0 al Monterroso) fue el tercero consecutivo. «Quizais o máis especial», confiesa el polivalente mediocampista: «Quitámonos a espiña de estar ás portas do ascenso nun gran ano en Preferente e ademais foi en Cantarrana, na miña casa».