La pesca mariñana sabe que el «brexit» puede afectar a todas las embarcaciones

salvador serantes VIVEIRO / LA VOZ

A MARIÑA

pepa losada

Dirigentes del sector creen «inaceptables condicións diferentes ás de agora»

30 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Incierto y, en principio, impredecible. Ayer, el día en el que el Reino Unido (RU) transmitió oficialmente a la Unión Europea (UE) que quiere abandonarla, en la pesca de A Mariña declinan hacer pronósticos sobre las repercusiones del «brexit» en un sector clave para la economía comarcal. Por lo que transmiten los dirigentes consultados, el sector pesquero de la comarca sabe que el divorcio del RU y la UE puede afectar a todas las embarcaciones. En el punto de partida de unas negociaciones que podrían prolongarse dos años, consideran «inaceptables condicións diferentes ás de agora», aunque no se les escapa que todo dependerá de que la UE defienda a su pesca con el mismo interés que muestra el RU por la suya.

Directamente, un «brexit» duro, en el que el RU se quede con todos los caladeros, podría mermar «entre un 20 e un 30 %» las posilidades de pesca de la flota mariñana de Gran Sol. La estimación es de Jesús Lourido, delegado de la flota de Puerto de Celeiro. También repercutiría en los barcos de capital mariñano y bandera británica, cuya situación podría dar un vuelco a la hora de comercializar capturas que ahora venden en Celeiro y en Burela.

Si el RU vetase el acceso a sus aguas a la flota de la UE, los barcos españoles, franceses, holandeses, belgas o irlandeses que ahora pescan ahí, se redistribuirían por otros caladeros, como el Golfo de Vizcaya o Irlanda, con lo cual aumentaría la flota para el mismo recurso.

Otra consecuencia indirecta para toda la pesca mariñana sucedería si el RU se asignase de modo unilateral las cuotas de otras especies sometidas a topes de capturas. Como ya ocurrió con Islandia y el verdel, si el RU consiguiese reservarse más cuotas de merluza, verdel, jurel, lirio, rape o gallo, mermarían las que que le corresponden la UE, con lo cual habría menos a repartir entre las flotas comunitarias y, por tanto, todos las embarcaciones de la comarca perderían opciones de pesca.

Para evitar lo que se considera el peor de los escenarios, la UE tiene como arma el mercado porque alrededor de dos tercios de las capturas británicas se venden en la UE. De ahí la confianza, que al mismo tiempo es reivindicación, de que la UE logre que el «brexit» no reduzca las posibilidades de pesca de las flotas comunitarias.

De momento, en el sector pesquero español y europeo ya se comienzan a percibir las consecuencias del «brexit». Por ejemplo, en los fondos comunitarios con los que se financian diferentes programas para la pesca y la acuicultura. Como el RU era uno de los mayores contribuyentes, el Parlamento de la UE ha parado el reglamento de medidas técnicas, explica Sergio López, gerente de la Organización de Productores Pesqueros de Lugo.