Advierten del abandono de baluartes defensivos del siglo XVII en la ría ribadense

D.g RIBADEO / LA VOZ

A MARIÑA

d. g.

Un grupo de treinta personas visitó la zona en busca de estos restos

14 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El Castillo de San Damián, construido en el siglo XVII, es la fortificación que mejor estado presenta en el entorno de la Ría de Ribadeo. Su objetivo principal era defender la ría de posibles ataques, principalmente desde barcos. Hay otros vestigios del pasado que siguen siendo visibles en otros puntos de la zona, pero la mayoría están a punto de desaparecer. La falta de interés político, unido a las restricciones presupuestarias, los abocan a languidecer entre las zarzas.

Un ejemplo lo encontramos en la zona de Castropol, muy cerca de la playa de Arnao. La fortificación de Arroxías era otro baluarte defensivo que todavía hoy en día puede verse claramente. Quedan en pie varios tramos de los muros que servían para disimular los cañones que tenían el objetivo de defender de ataques exteriores. «Aquí estaban los cañones que tenían que evitar que forzaran la entrada a la ría y penetrar a las villas costeras, como Ribadeo o Castropol», asegura Patricia Suárez. Ella es arqueóloga y este fin de semana acompañó a uno grupo de treinta personas que visitaron la zona en busca de estos restos que, en muchos casos, datan de los siglos XVII y XVIII.

El Museo Arqueológico de Asturias estuvo detrás de esta iniciativa. Lo cierto es que algunos de esos restos están ocultos entre la maleza, mientras que otros se han perdido por la erosión de los acantilados. Otros casos los encontramos en el galeón hundido en la ría o en los cañones que yacen bajo las aguas en el estuario y que no se extraen por motivos económicos.