«Hay árbitros muy buenos, pero otros abusan de la autoridad»

I.M.B. XOVE / LA VOZ

A MARIÑA

PEPA LOSADA

El entrenador del Xove Lago responsabiliza al colegiado del empate que cedió su equipo ante el Taboada después de ir venciendo por 3-0

08 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Los polémicos acontecimientos en el último partido ante el Taboada han colmado la paciencia de Kiko Rey. Después de veinte jornadas sin reproches para los colegiados, el técnico del Xove Lago ha alzado la voz para cuestionar las aptitudes y actitudes de algunos miembros del colectivo arbitral, del que, pese a todo, se declara un acérrimo defensor. «Hay que ser muy valiente para arbitrar en estas categorías», subraya.

-¿Cómo explica el empate después de ir ganando por 3-0 en la segunda mitad?

-Estábamos jugando bien y teníamos el partido perfectamente controlado, pero los problemas aparecieron a raíz del primer penalti que nos pitan, totalmente inexistente. Llegaron los nervios, el Taboada se creció y en el descuento nos pitaron otro penalti también inexistente que ya fue la gota que colmó el vaso.

-¿El árbitro fue decisivo?

-Yo creo que sí. El segundo penalti, sobre todo, es de risa. Fue en el minuto 95, y no en el 89 como reflejó en el acta, y lo señaló el asistente por una mano dentro del área que solo vio él. Hasta se sorprendieron los propios jugadores rivales.

-Si no recuerdo mal, es la primera vez que responsabiliza a un árbitro de un revés del Xove.

-No es mi estilo. Son humanos y, como tal, tienen derecho a equivocarse. Lo que no entiendo es su impunidad. Los jugadores y los entrenadores nos sentimos indefensos porque ellos siempre tienen la razón y no sufren ninguna sanción o castigo cuando fallan.

-Últimamente proliferan los líos arbitrales. ¿Cree que es un problema de nivel?

-No, en general el nivel arbitral no es malo, pero sería mucho más alto si los árbitros estuviesen más controlados. Seguro que más de uno se esforzaba por mejorar y cambiaba de actitud. Hay árbitros muy buenos, pero otros hacen un uso desmedido de la autoridad y en algún caso hasta pierden la educación y la ética.

-¿Cómo encajó el equipo ese

golpe ante el Taboada?

-Mal. Al final del partido el vestuario estaba hundido. Incluso había lágrimas, pero, más que de tristeza, de rabia por lo que acababa de pasar y de impotencia por no poder hacer ni decir nada.

-La situación es incómoda.

-Desde que era jugador siempre he mantenido que la liga pone a cada uno donde se merece, si bien creo que este año el fútbol no está siendo justo con el Xove Lago. En la mayoría de los partidos que empatamos o perdimos hicimos tantos o más méritos que el rival, pero la falta de gol nos está penalizando.

-Ahora llevan siete jornadas sin ganar. ¿Se respira preocupación en el equipo?

-Más que preocupación, nerviosismo. Son chavales jóvenes, es normal.