El occidente de Asturias se prepara para la prohibición de la patata

Luis Ordóñez
LUIS ORDÓÑEZ VEGADEO / LA VOZ

A MARIÑA

El Principado ha retirado 4.000 kilos del tubérculo en los concejos más afectados por la polilla guatemalteca, Vegadeo, Castropol y San Tirso de Abres

31 ene 2017 . Actualizado a las 11:46 h.

El director general de Desarrollo Rural y Agroalimentación, Jesús Casas, celebrará este miércoles un encuentro con los alcaldes de Vegadeo, Castropol y San Tirso de Abres, los tres concejos asturianos más afectados por la extensión de la plaga de la polilla guatemalteca que afecta a la patata y que, dada su extensión por 19 municipios gallegos junto a los tres asturianos, llevará al Ministerio de Agricultura a aprobar, en un plazo de unos dos meses, un decreto con la prohibición de la siembra del tubérculo en los territorios afectados. A la espera de la normativa estatal, Casas destacó que el Gobierno asturiano no se plantea una prohibición pero sí desplegar una campaña informativa, dirigida especialmente a los productores particulares (la mayor parte de ellos, dirigidos al autoconsumo) para que se inscriban en un registro --de manera que estén controladas las plantaciones por pequeñas que sean-- y que eviten trasladar el producto fuera de los concejos afectados.

«No tiene sentido generar alarma, la prohibición será una medida que sólo se aplicará en donde tenemos el problema», destacó Casas quien señaló en todo caso, que es preciso que «entre tanto la gente sepa lo que hay, porque las patatas que se planten allí van a quedar inservibles». La prohibición que decretará el Ministerio probablemente se prolongue durante dos años y resulta crucial para la supervivencia del sector a nivel nacional. En Asturias hay muy pocas plantaciones grandes de patata, pero no es el caso de comunidades como Castilla y León o Andalucía que verían seriamente comprometida su economía si llegaran a verse afectados por la plaga. Galicia y los tres territorios del occidente asturiano son los primeros afectados por la polilla guatemalteca en la Europa continental (en Canaria afecta a todo el archipiélago y está prohibido sacar patatas de las islas) por lo que, en el caso de extenderse al resto de la península, Bruselas podría vetar la exportación del tubérculo español.

Desde que se detectara, hace dos años los primeros indicios de la presencia de la polilla en Asturias, la Consejería de Desarrollo Rural desplegó una campaña informativa, con colocación de trampas para capturar el insecto, después de las llamadas de particulares. Según explicó Jesús Casas, durante ese periodo, en Asturias, el gobierno autonómico ha recogido alrededor de 4.000 kilos de patatas afectadas, que se se han incinerado, y que se pagan a los particulares al precio de 30 céntimos por kilo. Según los datos del Anuario de Estadísticas del Ministerio de Agricultura, con cifras del año 2014, en Asturias había 1.010 hectáreas de terreno dedicadas al cultivo de patata en secano con una producción global regional de alrededor de 22.020 toneladas. Además de los tres concejos lindantes con Galicia, se han notificado la presencia de la polilla guatemalteca en Valdés, Cudillero y Taramundi pero de forma mucho más leve.

Pregunta de Podemos

El grupo parlamentario de Podemos Asturies, anunció este lunes que elevará al Gobierno asturiiano una pregunta sobre cómo afectará la eventual prohibición de la siembra de patata a los particulares que llevan el excedente de producción a los mercados semanales. «Una práctica que está permitida pero no regulada, ya que no existe un registro adecuado y actualizado de las personas que producen patatas de forma familiar y realizan venta directa», según afirma el partido morado quien reclama «conocer cómo se van a compensar las pérdidas que pueda ocasionar la eventual prohibición del cultivo de patata a las familias rurales» al no existir un registro de productores particulares. 

Jesús Casas explicó que la polilla guatemalteca es muy invasiva pero presenta la «ventaja» de que afecta únicamente a la patata, no se extiende a ningún otro cultivo, y además su capacidad de desplazamiento es escasa, a muy poca distancia. El peligro procede esencialmente de que los productores lleven la patata cultivada de un concejo a otro. Entre las recomendaciones para frenar la plaga se encuentran la de plantar el tubérculo a más profundidad de lo habitual, y, a la hora de la cosecha, retirar todos los tubérculos --tanto los sanos como los afectados-- del campo. También es preciso extremar las precauciones en el almacenaje de la patata con revisiones muy frecuentes y mallas muy tupidas para evitar el acceso del insecto.