Piden cinco años para dos acusados de asaltar la gasolinera de Lourenzá

La Voz VIVEIRO / LA VOZ

A MARIÑA

Ambos niegan los hechos, pero un colega lo admite y les acusa de perpetrarlo

17 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Tres de los acusados del robo con intimidación cometido hace aproximadamente un año en la estación de servicio Galp de Lourenzá se sentaron ayer en el banquillo, en el Juzgado de lo Penal 1 de Lugo, para ser juzgados de unos hechos sobre los que se siguen planteando discrepancias entre los encausados.

A dos de ellos, J.F.C.M. y a M.L.L., vecinos de Tapia que se encuentran en prisión preventiva, les pide la Fiscalía cinco años de prisión a cada uno. Al tercero, el único que admitió haber participado en el robo y que manifestó que en la época en que se produjeron los hechos, vivía en Ribadeo con uno de los otros dos encausados, señalando que los tres habían participado en el robo, le tuvieron en cuenta la atenuante de colaboración con la justicia y haber adelantado los 280 euros que en concepto de responsabilidad civil les correspondía indemnizar, le rebajaron de cinco años a veintidós meses la petición de pena.

Alarma

El hecho que les imputan causó en su día estupor en la comarca. Fiscalía recoge en su escrito de acusación que hacia las once de la noche del 24 de enero de 2016 los acusados se dirigieron a la gasolinera situada en el kilómetro 570 de la N-634 (a las afueras de Lourenzá, en un lugar bastante aislado) y repartiéndose las tareas se dispusieron a perpetrar el robo. Uno de ellos esperó dentro del coche, un Peugeot 206, para favorecer la huida, mientras que los otros dos, con las caras tapadas con pasamontañas, uno con una pistola simulada en la mano y el otro (el que confesó el robo, que era de Abadín) con un cuchillo, abordaron a la empleada de la estación de servicio cuando ya se dirigía a su coche, tras cerrar el local. Apuntándole a la cabeza con el arma falsa, la conminaron a entregarle todo el dinero, obligándola a dirigirse de nuevo a la gasolinera para que abriera la puerta y le entregara el contenido de la caja registradora, que en ese momento era de 280 euros. Luego abandonaron el lugar. El sujeto que admitió los hechos asegura que los tres salieron juntos de Ribadeo y se dirigieron a la gasolinera para atracarla. Pero los otros dos niegan las acusaciones y su defensa alega que no existen pruebas para condenarlos. El testimonio de la empleada y de otros testigos que señalaron haber visto el coche no son sólidos para condenarlos, según la defensa de los dos individuos.